Policiales01/09/2016

Falsos guías de turismo estafaron a un músico en Cafayate

Un joven porteño, reconocido por componer un hit de la banda Los Pericos, pagó para ver cuatro cascadas del Río Colorado, en Cafayate. Al retornar de la excursión, fue informado que lo que vio fueron apenas unos saltos de agua y que la guía era “trucha”.

Leonardo Lapouble, un joven músico de 33 años procedente de la Capital Federal denunció una estafa que, según los cafayateños, ya es común por esos lares. Junto a su pareja llegó de visita a la ciudad, y como muchos turistas decidió ir de excursión a la zona del Divisadero a fin de ver las cascadas del Río Colorado.

Al llegar, fueron rápidamente abordados por quienes se hacen decir guías turísticos expertos en montañismo y otras ciencias afines.  Fue Daniel Barrios, alias “Peta”, quien tras pintarle la escalda como una zona escabrosa y de peligro, lo mandó con “Mirna”, una cómplice que esperaba a unos pasos las presas foráneas.

Cuando Lapouble encaró a Mirna, ésta le dio las instrucciones básicas y le dejó bien en claro que debían pagar 30 pesos por cada cascada que fuera divisada, y que desde allí al lugar donde se dirigían habían, al menos, unas cuatro, como para que vayan contando el dinero.

La escalada se inició rápido y el músico y su novia fueron por detrás de la guía, quien en su presentación se dio aires de ser una experta en la materia y de contar con todos los cursos y habilitaciones propias de los organismos oficiales de la cartera de turismo provincial.

A los pocos metros del ascenso que habían iniciado, Mirna levantó su brazo y comenzó a contar las supuestas cascadas. La primera no era tan espectacular como el músico esperaba, pero como no es época de lluvia pensó que tal vez la próxima sería mejor.

El escalamiento siguió su marcha hasta que Mirna contó cuatro, sin que ninguno de las cascadas llegara a impactar al músico y su pareja, quienes regresaron un poco desilusionados a la base del Divisadero, donde por supuesto se consumó la estafa.

La mujer reclamó la suma de 240 pesos, cifra que sorprendió al músico, quien había hecho el cálculo matemático y le daba la mitad de lo que Mirna pretendía, pues habían visto sólo cuatro cascadas y si debía pagar 30 pesos por cada una, el valor del servicio era de 120.

¿Y su amiga? ¿Qué acaso ella no vio?”, fue el tiro de gracia dado por Mirna al músico cuando éste intentó reclamar por los 120 pesos que le estaba cobrando de más. La respuesta de la falsa guía lo dejó sin palabras.  Ya no había ningún acorde que tocar, así que Lapouble sacó su billetera y pagó los 240 pesos.

Mientras se marchaba, no pudo evitar escuchar las carcajadas de Mirna hablando con “Peta”, seguramente burlándose del músico y su novia. Al llegar al pueblo, el joven compositor no se quedó conforme así que comenzó a indagar con el resto de los parroquianos.

Luego de algunas averiguaciones, el músico supo que el “Peta” ni Mirna eran guías habilitados y que las cascadas apenas eran unos saltos de agua previos a las cascadas, las que estaban un poco más arriba de donde fue conducido por la guía.

En vista de ello, el músico se presentó en la comisaría de Cafayate y exigió justicia por la estafa de la que había sido víctima, pues no sólo fue burlado económicamente, sino también el pasaron gato por el liebre al hacerle pasar unos saltos de aguas por las verdaderas cascadas que atraen la atención de los turistas que visitan Cafayate.