Liberaron a la joven argentina que estaba detenida en Turquía y a su novia: ya aterrizaron en Barcelona
María Jimena Rico y Shaza Ismail estuvieron detenidas desde el lunes en Estambul por "problemas con su documentación"; viajarán pronto a Málaga, donde viven la familia Rico
La joven argentino-española María Jimena Rico fue liberada anoche por las autoridades turcas que la habían detenido el lunes en Estambul por problemas con su documentación, mientras huía de una persecución de la familia de su novia de origen egipcio, Shaza Ismail. Ambas se encuentran en España.
Después de dos días de gestiones diplomáticas, Jimena -de 28 años- y Shaza -de 22- consiguieron los papeles para ser deportadas desde Turquía. Volaron de inmediato a Barcelona, donde aterrizaron durante la madrugada del sábado, y viajarán pronto a Málaga, en el sur, donde viven los padres de la mujer nacida en la Argentina.
"Están bien, muy cansadas y en estado de shock por todo lo que han vivido. Por fin vamos a poder abrazarlas después de tantos días sin saber de ellas", confirmó María del Valle Rico, hermana de Jimena.
El incidente se inició en Dubái, donde vive la familia Ismail. Las dos jóvenes, que residen en Londres, viajaron hacia allí porque les habían dicho que la madre de Shaza estaba muy grave. Al llegar, según relató Jimena, descubrieron que era mentira: querían retener a la chica egipcia y separarlas. Amenazaron con denunciarlas penalmente en un país donde la homosexualidad se considera delito.
La policía de ese país las detuvo por problemas de documentación. María del Valle Rico explicó que a las jóvenes las acusaron de "vinculación con el terrorismo" y las retuvieron por averiguación de antecedentes.
Estuvieron tres días incomunicadas. Una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores de España explicó que las autoridades turcas justificaron su decisión en que "Jimena tuvo una actitud inadecuada al ser detenida por la policía".
Al cabo de tres días de angustia en su familia, la joven se comunicó por teléfono con su hermana el jueves desde un centro de alojamiento de extranjeros cerca de Estambul. Entonces empezaron las gestiones diplomáticas para conseguirle nuevos papeles y liberarla.
La duda era qué pasaría con Shaza. Si Turquía decidía enviarla al país de su pasaporte, su destino era Dubái, donde debería enfrentar a sus padres, que le prohíben seguir su relación con Jimena -son pareja desde hace seis meses- e incluso amenazaron con denunciarla.
Al final, el consulado español en Estambul consiguió liberar a las dos y las puso en el mismo avión que las llevó a Barcelona, primera escala para volver a su vida normal.