Fuego cruzado entre un periodista y un empresario por un auto en llamas
Tras el episodio ocurrido el viernes en una playa de estacionamiento en pleno centro el periodista y el propietario de la playa se denunciaron. Además el propietario del auto denuncio que el incendio fue intencional.
Nadie sabe muy bien cómo comenzó el fuego, siniestro que quedó prácticamente en un segundo plano cuando un periodista llegó a la escena y comenzó a filmar el siniestro para instantes después convertirse en noticia al resistirse a retirarse de la escena del incendio, una playa de estacionamiento privada.
El incidente derivó en tres denuncias, a las cuales InformateSalta tuvo acceso exclusivo y en cada una de ellas, en especial las radicadas por el periodista y el dueño de la playa de estacionamiento, se puede advertir versiones cruzadas.
El lugar donde todo se originó fue la playa de estacionamiento ubicada en el calle Buenos Aires 82, a media cuadra de la plaza 9 de Julio, un corredor por cierto muy concurrido por turistas y salteños que pululan por la noche salteña.
El viernes pasado, 15 minutos antes de la medianoche, un sorpresivo incendio en un automóvil, Peugeot 405, estacionado en una playa del centro, concentró la atención no sólo de los empleados, sino de numerosos transeúntes.
El alerta al 911 no tardó en sonar en los teléfonos de los medios, gentileza de la misma policía. Entre los primeros en llegar a la escena, según lo que él mismo denunció, fue el periodista Abel Díaz Miranda, quien lo hacía para la cuenta en vivo que posee en la red social de Facebook.
En su denuncia, el periodista sostuvo que cubría el incendio del automóvil sin inconveniente hasta que apareció el propietario de la playa, a quien describió fisonómicamente, al igual que a la mujer que lo acompañaba, quienes apenas lo vieron comenzaron a increparlo.
Díaz aseguró que estaba en la vereda de la playa y que el propietario, vestido con un saco blanco, comenzó a empujarlo a la vez que le dijo: “Vos no sabes quién soy yo y el poder que tengo”, tras lo cual indicó que el sujeto le quitó el teléfono celular que utilizaba para filmar, como así también el micrófono.
Agregó que el supuesto agresor arrojó el aparato al suelo, pero que luego lo levantó y se lo dio a su pareja, para luego ingresar a la playa de estacionamiento, mientras un policía de civil se quedó en la puerta como custodio.
Díaz, explicó que alertó al 911, como así también le pidió al policía de civil que le pidiera al dueño la devolución de su teléfono celular, razón por la cual el efectivo se dirigió hasta el empresario, quien en principio no quería hacer entrega del aparato, pero finalmente se lo dio al policía.
Al revisar el teléfono, Díaz indicó que la filmación que llevaba adelante había sido borrada, y que luego de unos minutos el propietario lo llamó para hablar, pero el periodista reconoció que ya no había nada de qué hablar entre ambos.
Cuando el empresario se acercó a la vereda, tomó su teléfono celular y le tomó fotografías a Díaz, tras lo cual insistió en preguntarle si sabía quién era, a lo que le pidió que se identificara, pero el empresario no lo hizo a la vez que volvió a amenazarlo con dejarlo sin trabajo.
Por el hecho, el periodista radicó la denuncia del caso en contra del dueño de la playa de estacionamiento por las amenazas y los daños que supuestamente ejerció en su perjuicio. También solicitó el análisis de las imágenes de las cámaras del Centro de Video Vigilancia.
Contradenuncia
Por su parte, el propietario de la playa sostuvo que se enteró de lo sucedido en su playa de estacionamiento a partir del llamado realizado por un empleado, quien lo puso al tanto del incendio, supuestamente, accidental en el vehículo en cuestión.
Se trata de un Peugeot 405, rodado que pocos minutos de las 23 quedó estacionado en la playa, siendo su propietario un turista de la ciudad de Córdoba, quien se movilizaba con toda su familia y dejó su vehículo en ese lugar a fin de dar un paseo por el casco céntrico.
El propietario de la playa reveló que al llegar a la playa de estacionamiento pudo observar que había un periodista, medio calvo, quien había ingresado y filmaba frente al vehículo que se había incendiado, por lo que le pidió que se retirara debido a que la situación era muy tensa y al hecho de que su intromisión podía dificultar la posterior investigación del siniestro.
El empresario sostuvo que no agredió verbalmente al periodista, quien afirmó lo contrario. Sostuvo que insistió para que se retire hasta que finalmente lo hizo, aunque luego regresó a meterse dentro de la playa de estacionamiento.
Además, señaló que efectivamente le quitó el teléfono celular y luego se lo dio al policía de civil para que se lo entregara, ya que la presencia del cronista inquietaba a los clientes, los que se mostraron sorprendidos por lo sucedido con el automóvil.
El empresario resaltó que su pedido para que el periodista sea retirado de la playa obedecía al hecho de que no se trataba de un lugar público, como así también su presencia alteraba aún más a las personas que trataban de sofocar el incendio.
Indicó que su empleado debió ser asistido por la inhalación de humo, como así también, agregó que Díaz lo insultó y pese a ser retirado hasta la vereda volvió a ingresar sin autorización. En cuanto al arrebato del celular, lo admitió como una medida extrema para que el cronista sea desalojado, aunque señaló que el aparato le fue devuelto.
Sin explicación
Al margen de las versiones encontradas entre el periodista y el empresario, el que quedó sin una explicación de lo sucedido con su automóvil fue un turista cordobés de 36 años que había llegado a Salta con su familiar para pasar unos días.
Grande fue su sorpresa al llegar a la playa y darse cuenta de que su vehículo estaba incendiado. El hombre, chofer de profesión, denunció que, tanto el dueño de la playa como el empleado, no le dieron una explicación de lo sucedido con su auto.
Dijo que las explicaciones apuntaron a un incendio accidental, sin embargo, adujo que duda de ello, pues su vehículo estaba en buenas condiciones, y que al llegar a la playa no estaba en el lugar donde lo había dejado, por lo que pidió que el hecho sea investigado debido a que sospecha que el siniestro fue intencional.
Para ello, se espera la pericia de Bomberos a fin de determinar qué pasó con el automóvil, en tanto, la justicia deberá mediar entre el empresario y periodista, quienes libraron una batalla aparte en torno a los límites de la libertad para informar.