Caso Maldonado: Pistas y estudios claves en torno al cuerpo hallado
Fuentes forenses consultadas por InformateSalta aseguran que la baja temperatura del río Chubut, donde fue hallado el cuerpo, no garantiza una mejor conservación del cadáver. Además señalan que la permanencia en el agua dificulta los estudios tendientes a establecer la data de muerte.
En tanto las conjeturas en torno a lo sucedido con Santiago Maldonado van y vienen, matizadas con fotografías falsas o trucadas del cuerpo hallado en el río Chubut ayer al mediodía, la medicina forense enfrenta uno de los retos más difíciles en materia de investigación criminal.
Para poder tener una noción más acabada al respecto, InformateSalta consultó con distintas fuentes vinculadas a la medicina forense, las que aportaron importantes detalles de las pistas que se podrían rescatar del cuerpo y los estudios científicos forenses que permitirían un avance en el caso.
En primer término, cabe señalar que desde el hallazgo del cuerpo en el río Chubut, ya pasaron 24 horas, siendo es un dato no menor, pues los expertos en medicina forense indican que la descomposición de un cadáver se acelera con el cambio de temperatura.
Esto, ya indica un punto a ser tenido en cuenta al momento de hacer un análisis global y final en torno al cuerpo. Asimismo, y si bien se ha especulado con el hecho de que la baja temperatura de las aguas del río Chubut podrían haber favorecido la conservación del cadáver, esto no sería del todo cierto.
Los forenses coinciden en señalar que la única manera de lograr una conservación total del cuerpo es cuando él mismo se encuentra totalmente congelado. Y para ilustrar este aspecto, señalan que en las distintas morgues, que poseen cámaras frigoríficas de conservación de cadáveres, la temperatura de las mismas oscila entre 1 y 2 grados.
Pese a ello, el proceso de descomposición continúa. En el caso de las aguas del río Chubut, la temperatura, según lo estimado, rondaría los 5 grados, por lo que la descomposición del cuerpo, si se parte de que la fecha de desaparición (1 de agosto pasado), no cesó en ningún momento. La baja temperatura del agua, sólo demoró el proceso de putrefacción.
Acción de los peces
Por otra parte, los expertos señalaron que la descomposición del cuerpo no responden sólo al paso del tiempo, sino a la acción que ejercer sobre el mismos distintos animales, en este caso la fauna acuática existente en el río Chubut.
Este detalle no es menor, pues así como los mamíferos de rapiña suelen roer y despedazar un cuerpo en la superficie terrestre, los peces, y otras especies acuáticas, cumplen las mismas funciones debajo del agua, con lo cual las posibilidades de hallar órganos vitales con chances de ser sometidos a estudios se reducen notablemente.
Al respecto, los expertos señalaron que, en el caso de que el cuerpo haya estado los 78 días sumergido, es posible que los órganos ya no se encuentren en condiciones de ser sometidos a estudios, entre ellos análisis de Toxicología y de Anatomía Patológica.
En este sentido, explicaron que los ojos, por lo general, se encuentran entre los órganos que desaparecen más rápidamente, pues son comidos por los peces, ya que se trata de órganos blandos. También señalaron que por lo general, un cuerpo sumergido pierde la capa cornea de la piel en, al menos, una semana, por lo que sería difícil obtener las huellas.
En cuanto a la sangre, la misma, por el proceso de deshidratación, desaparece o bien se mezcla entre los líquidos del cuerpo en descomposición. Respecto a esto último, señalaron que el cuerpo tiene tres periodos de putrefacción.
El primero es conocido como cromático, el que se distingue por el color, que parte de un verde, a un colorado hasta llegar a un tono obscuro y negro. Luego, se produce el proceso conocido como Enficematoso, en el cual el cuerpo se infla por los gases propios que posee.
Finalmente, señalaron como tercer proceso al Colicuativo, el que sucede cuando el cuerpo se desinfla y los órganos ya ingresan a un estado final de descomposición. Contrario a lo que a veces se piensa, el color de la piel, en un cuerpo sumergido, no es de un color blanco, sino tienen a ser más obscuro, detalle que permitió distinguir algunas fotografías trucadas que se difundieron por las redes sociales.
Data de muerte
Uno de los mayores retos, sin dudas, gira en torno a la posibilidad de establecer la data de muerte, pues la misma por lo general se lograr obtener a partir del estudio de la fauna cadavérica, la que es hallada en las larvas que suelen hallarse en la tierra, debajo de donde el cuerpo permaneció.
En este caso, el cadáver estuvo en el agua, por lo que la posibilidad de hacer un estudio de fauna cadavérica es prácticamente imposible. Lo que resta en esta materia, es determinar una posible fecha de deceso a partir del estudio del proceso de descomposición de los órganos del cuerpo.
A partir de este panorama, los pasos a seguir desde la medicina forense giran por dos vertientes. Una los estudios tendientes a lograr la identificación del cuerpo y segundo, los análisis o pericias que permitan conocer la data y causas de muerte.
Un pormenorizado análisis de las ropas del cuerpo es determinante, para ambos objetivos, pues no sólo interesa su reconocimiento por parte de familiares sino el hallazgo de pistas o pruebas, entre ellas cabellos, restos de pólvora u otros elementos que hagan presumir un hecho de violencia previo al deceso, tales como la rasgadura en las prendas de vestir u otros orificios.
Por otra parte, en tanto, no se descartan otras tres vías. La comparación de la dentadura con algún informe dental de la víctima, el cotejo de huellas dactilares, para lo cual es necesario obtener restos de piel. Y, por último, la obtención de ADN, el que puede extraerse de los propios órganos, según el estado de descomposición que presenten, caso contrario del propio hueso.
Esto estudios, por lo general demanda entre 48 horas y una semana, según la dificultades que se presenten. Si se debe extraer el ADN de un hueso, el tiempo es el más largo, ya que se requiere distintos procesos para transformar el elemento ósea en una masa líquida, la que luego es aislada de otras sustancias hasta obtener una célula.
En cuanto a los estudios que permiten establecer la causa de muerte, lo principal parte del hallazgo de signos de violencia, tanto en la ropa, como en el cuerpo, en tanto y en cuanto lo permita el estado de conservación del cadáver. Prestar atención a surcos y otras marcas, es vital para poder avanzar en esta área.
Un estudio de placas, por otra parte, es de vital importancia para poder detectar fractura u otros signos de lesión en la víctima. Obviamente, que el hallazgo de un proyectil u orificios que indiquen el ingreso de una bala serían, sin dudas, determinantes para los peritos.
Otras hipótesis
Fuera ya del laboratorio, las hipótesis abundan, aunque cada una es mirada con desconfianza por el tinte político que rodea el caso. Un claro ejemplo del accionar deliberado de algunos grupos en torno a sacar provecho de este caso, se advirtió con la viralización de distintas imágenes de un cadáver que era presentado como el de Santiago Maldonado.
Las fotografías, sin embargo, fueron rápidamente descartadas gracias al aporte de los expertos forenses, quienes señalaron aspectos que sirvieron para desechar este tipo de maniobras. En tanto, y ya en el plano judicial, el juez, Gustavo Lleral, a cargo de la investigación penal del caso, tampoco señaló aún ninguna hipótesis firme.
En vista de ello, las especulaciones van y vienen. Y, por el momento, el punto de mayor tensión, gira en torno al lugar del hallazgo del cuerpo, unos 300 metros río arriba del lugar en el que la Gendarmería y la Comunidad Mapuche se enfrentaron el 1 de Agosto pasado, cuando desapareció Maldonado.
Obviamente, este dato implica una acción deliberada respecto a la víctima, pues es imposible que Maldonado haya nadado río arriba y luego se ahogó. Dicho, así la Gendarmería aparece de nuevo en la escena como la más complicada en esta parte de la investigación.