Con gol de Agüero, Argentina le ganó a Rusia
El delantero, en su regreso al equipo, marcó a cuatro minutos del final en un partido en el que el equipo tuvo paciencia pero le faltó cambio de ritmo; el martes, ante Nigeria, el último partido del año.
La selección argentina empezó a tomarle la temperatura a la sede del Mundial con un triunfo apretado, nada lucido, pero que ayuda a iniciar el recorrido en este sprint final hacia el Mundial con un gesto manso: siempre es mejor acompañar el crecimiento con victorias, por irrelevantes que parezcan.
Fue auspicioso ese tramo del partido de Kranevitter, también, el encargado de asegurar la transición entre la defensa y la zona de gestación. Aunque toda esa prolijidad no tuvo la conexión necesaria con la siguiente fase: la aceleración. Porque Enzo Pérez y Lo Celso (debutante) fueron mejores marcando que jugando.
Y porque Messi se encendió sólo espasmódicamente, como si su sabiduría le hiciera ver que hay momentos para dar todo y otros, como éste, para regular. Cuando el capitán apareció, encontró a Di María tras un buen ejercicio de presión sobre la salida de Rusia, que el delantero resolvió con un remate suave que desvió Akinfeev, el arquero.
El correr de los minutos coincidió con un mayor protagonismo de Agüero, decidido a rentabilizar su primer partido de la era Sampaoli. Una preciosa asistencia a Messi, un remate que sacó el arquero y su inteligencia para salir del radar de Dzhikiya y Vasin, sus marcadores era lo mejor de su repertorio hasta que logró coronarlo con un gol, el del triunfo.
Ese repunte del delantero de Manchester City fue inversamente proporcional a la participación de Messi. Si había elegido en cuáles jugadas involucrarse en el primer tiempo, en el segundo dosificó al máximo su intervención. Inventó una vaselina en aquel pase-gol de Agüero, que un defensor sacó sobre la línea y fabricó una aceleración que dejó marcando el aire a Glushakov en una arrancada.
Eso era lo mejor suyo, pero le quedaba una carta más: generó la jugada del gol, en una pared con Pavón que dejó libre al delantero de Boca para que habilitara a Agüero. ¿Poco? Para la importancia del partido, suficiente: lo mejor que le podía pasar en los 2 grados de la tarde moscovita era irse sano de vuelta a Barcelona, un camino que emprendió un rato después del partido.
La Argentina inició en Rusia la recta final hacia Rusia con algunas señales positivas. No es poco, si se atiende que hace un mes estaba prendiendo velas para no ver el Mundial por televisión.