La Sinfónica interpretará el oratorio "La Creación", de Joseph Haydn
La cita para celebrar el Día de la Música es este sábado 22 de noviembre, en la Iglesia Catedral de Salta, a las 21 hs., con entrada libre y gratuita.
Con motivo de celebrar el Día de la Música, la Orquesta Sinfónica de Salta, el Estudio Coral del Instituto de Música y Danza y el Coro de Cámara de la Universidad Católica de Salta, interpretarán el oratorio "La Creación" de Haydn, bajo la dirección general del maestro Jorge Lhez.
Será la primera vez que se escuchará esta obra, en su versión completa, en nuestra provincia y podremos escuchar, en los roles solistas, a los destacados cantantes Laura Rizzo (soprano), Carlos Ullán (tenor) y Arturo Jiménez (bajo).Sobre “La Creación” de Haydn
Durante sus dos estancias en Londres, Haydn estudió y escuchó las grandes obras de Händel, entre ellas su famoso Mesías. Fue tanta la impresión que tan solemnes obras le produjeron que, ya en Viena y contando sesenta y cinco años, comenzó la composición del oratorio La Creación del Mundo.Dos años trabajó en ella (1797-98). Un libreto de Händel y versificado por el poeta Lindley, con base en el Génesis y en El Paraíso Perdido de Milton sirvieron de texto sobre el que compuso su magna obra. La versión alemana había sido realizada por su amigo el barón Van Swieten que añadió dos salmos, como final de la primera y segunda parte.
Haydn, con Las Estaciones y, sobre todo, con La Creación, imprimió al oratorio una dirección nueva, tal vez menos religiosa, pero más descriptiva. No obstante esto, Haydn creyó de buena fe que había escrito unas páginas tan espirituales como las demás: “Mi música honra más al Creador que muchas predicaciones que suelen hacerse en el templo de Dios", decía.
Uno de sus biógrafos, Griesinger, le atribuye unas manifestaciones que nos dan idea del estado de ánimo en que se encontraba el compositor, mientras desarrollaba su obra maestra: «Nunca me había sentido tan devoto. Todos los días hacía mis oraciones de rodillas y pedía a Dios que me concediese fuerzas suficientes para terminar mi obra».Según la forma clásica del oratorio, la obra está dividida en tres partes y se compone de coros, recitativos, dúos, tríos y arias.
En la primera y segunda parte, los solistas son Gabriel, Uriel y Rafael (respectivamente soprano, tenor y bajo); en la tercera parte, son Uriel, Adán y Eva (tenor, bajo o barítono, y soprano). Los coros están claramente inspirados en los de Händel y sus amplias formas polifónicas combinan extraordinariamente con las voces solistas.
La bellísima introducción orquestal de la obra está escrita de manera sorprendente y moderna para su época. Haydn explicaba que, musicalmente, había evitado las resoluciones armónicas esperadas porque deseaba transmitir esa sensación de caos con la que comienza, y que se quiebra con el fortissimo en Do Mayor del Coro y de la Orquesta, que deviene principio rector y que coincide con la aparición de la luz: "Und es ward Licht" ("Y se hizo la luz”).
Del preludio de La Creación, ha escrito el musicólogo W.R. Spalding: "Los que injustamente creen que el elemento disonante no existe en Haydn, deberían examinar el preludio, verdadera anticipación de Tristán e Isolda de Wagner, por su empleo del cromatismo”.
Esta fue la anteúltima obra que compuso Haydn, en 1798, y su preferida; a tal punto que, ya retirado de la vida pública, no dudó en aceptar presenciar, aún muy enfermo, una audición de La Creación dirigida por Salieri. Cuentan que estaba particularmente emocionado, conmovido y agradecido y que fue objeto de la interminable muestra de cariño de una sala en pleno, del director y de los músicos.
Mtro. Jorge Lhez.
Fuente: Parte de prensa