Femicidio de Andrea Neri: El caso de Chirete es único en el mundo
Este lunes 19 de marzo comenzará el juicio contra Gabriel Herrera, alias Chirete, acusado de matar a su pareja dentro de su celda en la Cárcel de Villa Las Rosas con una gubia.
El cinco de enero de 2017 Gabriel Herrera, alias Chirete, mató de varias puñaladas a su novia y madre de su hijo Andrea Neri, durante una visita íntima en la cárcel de Villa Las Rosas. Allí estaba cumpliendo una pena de prisión perpetua después de asesinar a su primera esposa Verónica Castro en el penal de Metán, también durante una visita.
Ese día pasadas las 14, Andrea de 18 años, entró a la celda 372 del pabellón E con el hijo de ambos en los brazos. Tenía una autorización para una visita íntima, que luego quedó teñida de irregularidades. A los pocos minutos Chirete salió con el bebé de dos meses y se lo entregó al celador. “La maté, la maté, ya se acabó la carnereada”, le dijo y se fue caminando.
Atónito entró en el cuarto y vio a la joven tirada en el suelo, ensangrentada, ya sin vida. Tenía 36 puntazos en el cuello, 17 en cara lateral izquierda y 19 en la derecha. Las heridas se las hizo con una gubia, una herramienta que sacó de un taller de carpintería que sirve para modelar madera. En ese mismo momento se dio intervención a la justicia y lo aislaron.
La noticia se viralizó rápidamente y los familiares de Andrea llegaron hasta las puertas de la cárcel local para pedir explicaciones, adentro el Fiscal de Graves Atentados contra las Personas (GAP), Pablo Rivero ya había comenzado con la investigación del salvaje crimen.
Los padres de la joven, sobrepasados por la tragedia discutieron, se culparon mutuamente mientras la madre de Verónica, la primera esposa de Gabriel decidió ir al lugar para poner en manifiesto su caso, hecho por el que fue condenado a prisión perpetua.
Andrea conoció a su femicida en la cárcel durante una visita a sus primos. Estaba acompañada por su madre y allí en el patio comenzó todo. La relación no duró mucho, a pesar de tener a toda su familia en contra por las condiciones de ese noviazgo y los terribles antecedentes de él, decidió seguir adelante con esa relación de la cual nació un bebé y tuvo un trágico final.
El lunes, poco después de un año de aquel día en que le arrebataron la vida iniciará el juicio por homicidio calificado agravado por femicidio y por la relación de pareja. “Durante tres semanas de audiencias se va a ventilar si Chirete cometió este delito, y si los funcionarios del Servicio Penitenciario también son responsables por incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte”, contó el fiscal Pablo Rivero a InformateSalta.
En una entrevista exclusiva explicó que este caso es único en el mundo, luego de haber buscado antecedentes se dieron con que no existe un hecho donde un hombre privado de su libertad haya matado a dos parejas dentro de una unidad penitenciaria.
“Herrera registra primeramente una condena por delitos contra la propiedad, que era por lo que estaba detenido en el Servicio Penitenciario de Metán, allí comete un nuevo hecho, donde se lo vincula con la muerte de su pareja en ese momento y recibió una condena de carácter perpetua, cumpliendo esa condena y tras haber sido trasladado a la ciudad se produce la muerte de Andrea”, explicó y añadió que el móvil había sido un ataque de celos.
Como prueba fundamental existe un video de una cámara de seguridad que muestra una secuencia donde aparecen Chirete y Andrea minutos antes de la tragedia. “Se trata de una imagen sin sonido donde se puede apreciar una situación de dos personas de espaldas donde hay una sujeción por parte de Herrera pero no se puede determinar si es en el sector del cuello, cintura o rostro”, explicó el fiscal. Después ingresan a la celda y él sale a los minutos con el bebé en brazos.
Por la gravedad del caso y la violencia que lamentablemente caracteriza al acusado, se diseñó un operativo de seguridad para su traslado, teniendo en cuenta que está alojado en la Unidad Carcelaria de Orán.
La reclusión de por vida no existe
Al ser consultado sobre cuál es la posible condena que puede llegar a recibir contó que el homicidio calificado contempla la pena de prisión perpetua, algo que él ya está cumpliendo. Pero con los agravantes de relación de pareja y la violencia de género, puede recibir sanciones severas y la imposibilidad de acceder a determinados beneficios.
El fiscal fue claro, “de acuerdo al sistema penal, en algún momento, puede llegar a recuperar la libertad si cumple con los regímenes del sistema carcelario, tiene que pasar una cantidad de tiempo considerable para que se pueda reevaluar esa situación. Hay que ver de acá por ejemplo a 20 años cual es la conducta que tiene”, finalizó.