Medios02/07/2018

Murió Daniel Sais, ex tecladista de Soda Stereo

El músico falleció en Guayaquil, Ecuador, a causa de un cáncer de páncreas. Tenía 55 años.

El ex tecladista de Soda Stereo, Daniel Sais, murió este lunes a causa de un cáncer de páncreas. El músico falleció en su casa de Guayaquil, Ecuador, donde vivía desde hacía más de 15 años. Tenía 55 años.

El 30 de mayo había publicado un mensaje en Twitter diciendo: "Chau, vesícula", luego de una intervención quirúrgica. Diez días después, presuntamente más relajado, posteaba en alusión a La casa de papel, la exitosa serie española que también es furor en Ecuador: "Cuando seamos grandes, haremos series como las españolas".

Sais había comenzado su carrera profesional a los 18 años. Supo ser arreglista, programador, tecladista y productor de distintas bandas y artistas. Su nombre, sin embargo, empezó a sonar cuando ingresó en Soda, allá por 1987, acompañando al grupo en las giras interminables de los discos Signos, Ruido Blanco y Doble Vida. También supo realizar arreglos para canciones como En la Ciudad de la Furia.

"Fue un momento que cambió mi vida para siempre. Hice muchísimas otras cosas: 27 largometrajes, más de 3 mil comerciales de televisión, escribí tres libros, grabé 45 discos, di clases en 11 universidades, pero la gente me recuerda por mi paso en Soda..."


Haciéndose cargo de esa marca indeleble, creó una banda tributo llamada Soda Eterno, en claro homenaje a la obra que lo hizo conocido. Con esa iniciativa realizó distintas presentaciones y tours, principalmente en México y Ecuador. “Soda Eterno -explicó en su momento- es un recorrido completo por la obra de Cerati y, por supuesto, Soda Stereo. Elegimos las mejores canciones, las más queridas y reconocidas de todas las épocas de Gustavo".

Últimamente se hacía cargo del las perillas del sonido en conciertos en vivo de populares artistas ecuatorianos. Durante las entrevistas, Soda era el tema recurrente. En una charla reciente se refirió a Cerati como una persona con un nivel de control "casi extraterrestre". Según él, Gustavo sabía lo que quería en todo sentido, "estaba al tanto de tocar, pero también de lo que pasaba con las luces, el público, los asistentes, el sonidista... lo sabía todo". Y lo recordó como una personalidad magnifica. "Era imposible sacarle los ojos de encima. Era una persona fuerte, un tipo complicado. Un ser increíblemente seductor“.