Justicia24/09/2018

Caso Peñalva: ¿Qué pruebas restan ser analizadas?

Esta semana iniciaría el período de declaraciones. La querella adelantó que un familiar de los Peñalva podría aportar datos reveladores.

Lujan Peñalva

Cumplida la reconstrucción de la muerte de Luján, con un resultado abierto, toda la presión se trasladó ahora a los testigos que la familia aduce tener, quienes, ya adelantaron, van a cambiar el rumbo de la investigación del caso. La medida iniciaría esta semana. 

Con los nuevos aportes la familia Peñalva buscará sepultar la hipótesis del suicidio, por ello esperan datos reveladores en esta etapa y que sean creíbles para la jueza.

La  familia realizó una campaña telefónica para obtener nuevos testigos que puedan aportar datos relevantes para el caso. Según lo informado oportunamente por la por la querella, entre los nuevos testigos se encuentra un familiar de los Peñalva.



La familia apunta todos sus dardos a un joven que era novio de Luján, a quien la familia tiene como principal responsable de la muerte de la adolescente. Se trata de un muchacho que residía en el barrio San Carlos, una relación que, al parecer, uno de los padres no aceptaba.

Concluidas estas medidas, más algunas más que puedan ser planteadas por la querella, el caso quedaría en condiciones de sumar un fallo más, definitivo si se quiera. Eso, según se especula, no sucederá de inmediato sino que llevara un largo tiempo.

Otras pruebas

Después de seis años, es muy difícil que la causa retome un nuevo rumbo sin una prueba nueva y contundente. La reconstrucción, pese a las declaraciones de la familia y la querella, no alcanzaron esa medida, con lo cual el margen de un nuevo viraje quedó reducido.

Para la jueza, es cierto que la pericia en torno a la mecánica de la muerte de Peñalva, no cierra del todo. Sin embargo, esa no es la principal prueba sobre la cual los otros jueces que intervinieron en el expediente, tomaron para concluir que todo se trató de un suicidio.



Los ex camaristas, Abel Fleming y Adolfo Figueroa, en su fallo señalaron yerros en la pericia de la mecánica de la muerte. “La conclusión de de la muerte por suicidio no surge de la aislada ponderación de la escena, sino de múltiples y relacionados elementos. Ubicados en la escena, como bien lo apunta el juzgador (Arancibia), no existen en los cuerpos otros signos de violencia que los propios de la acción de la soga sobre los cuellos. En un homicidio, la principal fuente de observación e información son los propios cuerpos”, dijeron ambos jueces.

“La inexistencia de huellas de arrastre, la correspondencia de las huellas de pisadas con la impronta de los calzados de las víctimas, la inexistencia de huellas de calzado con profundidad diferenciada, la falta de desarreglo de la ropa, como sería esperable que ésta se presentara en la caso de transporte de los cuerpos con vida, todo permite descartas esta posibilidad”, agregaron.

También coincidieron en sostener que “ambas (jóvenes) anunciaron su deseo de acabar con sus vidas. Las dos se encontraban en un estado que proyecta como compatible la decisión suicida”. Y agregaron que en este sentido, “la doctrina ha reconocido que muchas veces los acontecimientos negativos son más fáciles de asumir si es posible atribuir responsabilidad por ellos a un tercero”.

En tal sentido, puntualizaron el hecho de que Peñalva “había sido severamente reprendida por no llegar a casa en el horario autorizado, anunciándosele que no grabaría el disco que estaba proyectado, significando con ello para la menor que no continuaría su carrera, lo que también provocó manifestaciones de ideación suicida”.  Y agregó, como otro elemento, el “temor al embarazo producto de haber tenido el día anterior, (el que genera la reprimenda), su primera relación sexual”.