Como Eva Perón, salteño parte a Austria para parafinar el cuerpo de su madre

La técnica de la parafinación permite la “eternización” de los restos. Tras un velorio de 20 días, Luis Salva Usandivaras Riveaux espera completar los trámites para viajar a Viena, único lugar donde realizan este proceso de conservación cadavérica.

Día tras día, las esquelas se sucedían. El cariño con que Don Luis Ángel Salva Usandivaras Riveaux despedía a su madre no era habitual. Por eso en InformateSalta lo quisimos conocer.

Café de por medio, nos recibió en una confitería céntrica. Estaba elegantemente vestido, de traje negro y un lazo en el brazo. Nadie podía dudar de que el duelo aún lo acompañaba, a pesar de que la muerte de su madre había sucedido unos cuantos días atrás.

Rosa de Salva falleció a los 71 años producto de un paro cardiorespiratorio tras haber sufrido un ACV. Su hijo Don Luis Angel, de 41 años, considera que “a la muerte hay que prepararla, y no esperar que te sorprenda, porque en la  urgencia no se puede decidir nada”.

De esta manera empezaba el diálogo con este salteño, de modales correctos, gustos refinados, y verdadero apasionado por el tema.




 

Una larga despedida

Luis quiso que el velorio de Rosa, su madre, se extendiera por 21 días, y para ello eligió la sala más distinguida de la casa de Sepelios de Pieve, ubicada en calle Zuviría.

Esta despedida poco habitual y prolongada va a tener su correlato con un proceso mediante el cual busca parafinar el cuerpo de su madre. “Se trata de un método de conservación cadavérica, uno de los tantos que hay”, nos explicaba Luis.

En el mundo, el cadáver de Eva Duarte de Perón; los dictadores Vladimir Lenin en la Ex Unión Soviética y Mao Tse Tung en China representan los tres paradigmas de la técnica de la parafinación en el mundo.

Y si bien su madre falleció el pasado 19 de agosto, el funeral ya lo tenía todo previsto, así como todo lo que venía después.  

Así como cuando uno se va a casar planifica la boda, a la muerte hay que hablarla también, pero cuando uno está bien, y no en la urgencia o apuro cuando una persona ya está mal”, comentaba Luis. “Con mi madre lo hablamos, ella sabía lo que iba a pasar. Lo mismo hicimos con mi padre cuando falleció hace 2 años”.

Reconoce que un velorio de más de 20 días no es lo habitual. “Muchos me decían, dejala en paz, pero eso me molestaba, porque es lo que ella quería también. Mi padre estuvo 10 días. Ahora, cuando el cuerpo de mi madre vuelva parafinado tendrá otros 15 días”.

Obviamente vino la pregunta de por qué lo hacía. “Lo hago porque me hace bien, a mí me duele menos. Hay gente que quiere sea todo rápido y termine, pero yo no. En la sala, a veces estoy solo, a veces me acompañan. Hay familiares a los que no les agrada mucho, amigos de mi madre y vecinos no ven bien esto. No  entienden estos funerales extensos, pero ¿por qué no deberían ser muchos días? ¿O acaso Eva Perón no tuvo 14 días de funeral?”.

Conservación eterna del cuerpo de su madre

Nos llamó la atención, obviamente, el hecho de querer parafinar el cuerpo de su madre, algo para nosotros desconocido. “Quiero parafinar el cuerpo de mi señora madre, que se conserve intacto, pero lamentablemente esto no se hace en el país. Debemos viajar a Austria. Estamos con todos los trámites para llevar el cuerpo a Viena. Yo pensaba que en el Museo de Anatomía Pedro Ara, en Córdoba, donde se parafinó a Eva Perón se podía hacer, pero allí sólo parafinan partes de un cuerpo, no el cuerpo completo”.

Ara fue un anatomista español que desarrolló en Argentina, a mediados del siglo pasado, una extraordinaria técnica para la conservación de cadáveres. Consiste en la deshidratación de piezas cadavéricas en sucesivos de alcohol, solventes de grasas, baños de parafina y medidas de estética. Además, creó en Córdoba un Museo con más de 1.000 partes de cuerpos en exhibición, donde miles de estudiantes de medicina concurren anualmente. Es uno de los pocos en el mundo en su tipo.

“Mediante la parafinación se dejan todos los órganos internos y la piel al tocarla es tal cual como si estuviese viva, aunque fría, obviamente”, explica Luis, ya un experto en la materia. Explica además que hasta tanto pueda viajar, el cuerpo de su madre se conserva mediante una tanatopraxia realizada por la especialista local Lorena Reami, que hace que el cuerpo no se corrompa. Interrumpe la descomposición y eso te da un par de meses hasta la parafinación, que es la “eternización” del cuerpo”.

Luis siguió su relato: “Cuando falleció mi señor padre me sorprendió que no se hiciera la parafinación acá. Pasó el tiempo y no lo pude hacer. Por eso, hace 2 años venía averiguando cómo hacer para cuando le toque a mi madre. Pero su muerte también llegó antes de lo esperado, incluso no pudimos terminar el sarcófago donde se va a colocar en el Mausoleo familiar, del cual ella misma había opinado respecto a su diseño”.

La idea, relata, es que el cuerpo luego se pueda ver, por lo que se le colocará una tapa vidriada, donde se la puede ver a través del cristal.

Luis prepara el viaje a Europa con el cuerpo de su madre, y planea llevar a Lorena Reami, especialista en tanatopraxia de la empresa Pieve, para que lo asista en todo momento.