Turismo rural: “Queremos que conozcan la cultura guaraní”
El turismo rural comunitario es la propuesta de un grupo de jóvenes para visiblizar la cultura guaraní. Entrevista con Natalia Valdéz, Nieta del Cacique Guaraní y líder del proyecto.
Estudiantes de las escuelas técnicas de Tartagal y General Mosconi pero también universitarios de la capital de la provincia y de la provincia de Buenos Aires visitaron en los últimos meses y compartieron con jóvenes de las comunidades Yariguarenda, Campo Blanco y Peña Morada ubicadas al norte del departamento San Martín la rica experiencia del turismo rural comunitario. Sobre esta iniciativa solventada en parte por el municipio de Tartagal pero motorizada por los jóvenes guaraníes de la comunidad se refirió Natalia Valdez, nieta del cacique quien lidera este grupo de chicos que quieren encontrar en esta actividad, el medio de vida que les abra una posibilidad laboral evitando emigrar a otros pueblos o ciudades de la Argentina, informó de El Tribuno.
¿Qué es el turismo rural comunitario?
En el año 2014 comenzamos a organizarnos y a realizar planificación y talleres para el desarrollo de este proyecto; nos reunimos todas las familias para armar un mapeo colectivo y básicamente analizar qué podíamos aprovechar en materia de recursos locales para ofrecer a los visitantes. A través del ministerio de cultura y turismo de la provincia que siempre nos acompañó y nos brindó todo el asesoramiento pudimos desarrollar este producto. En forma posterior comenzaron a llegar las capacitaciones.
¿En qué consistían esas capacitaciones?
Lo primero fue un intercambio de experiencias entre las comunidades involucradas en el proyecto como son Yariguarenda, Campo Blanco y Peña Morada para aprender entre nosotros a ser buenos anfitriones. Luego tuvimos un Fam tour cuando recibimos las agencias que llegaron para conocer el producto que ofrecemos a lo que le siguió un proceso de promoción en diferentes lugares, primero de nuestro departamento y luego en la ciudad de Salta y otro importante centro turístico regional como es la ciudad de Villamontes en el sur de Bolivia. No dejamos de asistir para exponer en ferias, universidades, y todo acontecimiento que se presenta en el departamento San Martín y en la capital de la provincia. En Villamontes trabajamos en alianzas estratégicas con instituciones y con agencias de viajes a raíz de lo cual ya comenzamos a recibir a los visitantes en nuestras comunidades.
¿Cómo se solventa el trabajo de promoción que realizan dentro y fuera de la provincia?
Es fundamental el apoyo que tenemos del municipio de Tartagal pero cuando estuvimos en Villamontes recibimos de esa ciudad todo lo que fue traslado, hospedajes y otros gastos. Pero además pertenecemos a un programa de la pastoral de nación denominado Turismo sustentable del NOA que financia los pasajes y otros gastos de traslado y la capacitación. Dentro del NOA se trata de ocho emprendimientos y nosotros pertenecemos a la región norte junto a las otras dos comunidades.
¿Qué le ofrece turismo rural comunitario a los interesados en la propuesta?
Nos organizamos para recibir a visitantes que quieran vivir una experiencia diferente, un encuentro intercultural con las familias lugareñas guaraníes, que quieran vivenciar nuestro diario vivir.
Nosotros no cambiamos con la presencia de estos visitantes respetuosos, nuestro modo de vida. Por eso llamamos a este programa Ñande- reko que en nuestro idioma materno significa nuestro modo de ser. Por eso compartimos lo que son nuestras vivencias como trabajar en el cerco, aprender cuándo se siembra, cuándo se cosecha, la importancia del patio, de la comunidad, de la familia, del cacique, lo fundamental que son nuestros abuelos.
Lo importante que es la producción orgánica y el respeto irrestricto por nuestro monte. Nosotros vivimos del monte, de la leña y aunque no cazamos sigue siendo fundamental para nuestra vida.
En una mañana los visitantes comparten lo que llamamos el taller cultural guaraní , luego se hace la visita a los cercos y por los senderos que son transitados hace muchos años por la comunidad.
Nuestra misión es proteger esos senderos, interpretarlos y concientizar sobre el cuidado del medio ambiente.
¿Qué les expresan los que viven estas experiencias?
Es increíble que tantos chicos que viven en Mosconi, Tartagal o Vespucio desconozcan totalmente estas vivencias, que no conozcan y no hayan disfrutado tantos sabores como una mermelada de mango o un pomelo recién tomado de una planta orgánica. Si eso sucede con la gente de la zona mucho más significativo es para quienes llegan desde otros lados.
Todos se van muy impactados pero sobre todo con un compromiso de seguir visibilizando las culturas como la guaraní.
Y en el caso de ustedes que son los huéspedes ¿qué buscan con esta propuesta de turismo alternativo?
Quedarnos por siempre en nuestra comunidad, no tener nunca que emigrar para encontrar una posibilidad laboral, tener nuestra oportunidad en este lugar.
Los jóvenes que se ven obligados a irse de comunidades originarias como la nuestra, forma afuera su familia pero lamentablemente pierden en el camino ese bagaje cultural con el que parten, dejan de lado el apego con la familia.
Nosotros hemos recibido a varios contingentes y estas semanas nos preparamos para los meses próximos que son de vacaciones.
Todas las comunidades están involucradas en esta idea y todos los días trabajamos en esta sensibilización comunitaria pero el grupo fortalecido somos alrededor de 14 jóvenes que nos regimos por un reglamento interno en el que establecemos una serie de pautas como la capacitación que debemos realizar en forma permanente.
Pero tenemos la ayuda de los adultos que trabajan en la elaboración de comidas, jugos naturales; las caras visibles somos nosotros pero mucha más gente trabaja en forma silenciosa.