Deportes28/03/2019

La noche en que Manu Ginóbili se convertirá en prócer de la NBA

Cerca de la medianoche, después del partido entre San Antonio y Cleveland, la NBA le rendirá homenaje cuando comience la despedida a Manu Ginóbili.

¿Cuánto tardarán las poquito más de 18 mil almas que asistan este jueves por la noche (a partir de las 19.30 en esta ciudad, 21.30 en Argentina) en olvidarse del resultado del partido que jueguen en el AT&T Center de San Antonio los Spurs y los Cavaliers? Seguramente lo hagan tan pronto como se apaguen por completo las luces del estadio. A partir de ese momento, la noche pasará a ser exclusivamente de un argentino. En la NBA. En la Meca del básquetbol. En medio de un escenario en el que ningún argentino estaba llamado a ser. La camiseta número 20 de San Antonio será elevada al firmamento Spur para que nunca más pueda utilizarla otro jugador. Y el nombre de Emanuel Ginóbili estará ahí para toda la eternidad.

Las pasiones son distintas a las que se acostumbran en Argentina. En la zona céntrica del Downtown, a orillas del río Riverwalk o en las cercanías de la Torre de las Américas, el día parece ser uno más. El trajín de una jornada laboral de mitad de semana no se ve afectado y hasta por momentos parece incluso reinar la quietud. Aquí la gente no va a trabajar enfundada en los colores negro y plata como podría suceder en Rosario, Córdoba, Avellaneda, La Boca o Núñez. Pero el sentimiento está y es fuerte. Muy fuerte. Basta con empezar a preguntar en las calles.

Quizás ahí radique el secreto de sus ojos. “Él es latino, lleva esa sangre, como nosotros, y nos ha hecho sentir orgullosos“, dice María Luisa, estadounidense de nacimiento pero de ascendencia mexicana, como una gran porción de los sanantonianos. Y agrega, como para que quede bien claro: “Muchas personas que menosprecian a los latinos seguramente hayan cambiado de opinión. Manu demostró lo que un latino puede hacer”.

Pero los locales también lo aman. Mike, un bigotudo regordete con sombrero de cowboy que, visto a la distancia, da la sensación de responder a todos los ítems del cuestionario sobre el “republicano tipo”, reconoce que en la soltura del argentino está uno de los puntos que lo colocan como uno de los favoritos. “¿Has visto esos comerciales que hizo para H.E.B. (N.deR.: una cadena de supermercados)? Siempre es así de divertido y relajado, un tipo frontal, sencillo. Y muy respetuoso y agradecido con la gente de aquí”. Para él, la identificación del bahiense es tal que no lo duda: “Creo que se quedará aquí en San Antonio”.

Habrá un argentino en el estadio que estará más pendiente de la comida que de la celebración. Será Gustavo Plache, cuya casa de empanadas (Fat Tummy) recibió la propuesta de los Spurs para organizar el catering del sector VIP con un toque bien argento. “Tuvimos eventos grandes, pero este será especial por lo que significa Manu. Nos encantaría conocerlo, pero lo importante será brindar un buen servicio”, dice este oriundo de Azul que vivió un Chascomús y hace tres años la pelea en San Antonio. Comenzó con un foodtruck, uno de esos carros de comida al paso, y logró con el tiempo ponerse un local. Ofrecerá a los asistentes sánguches de milanesa y lomito, choripanes y sus clásicas empanadas. Su equipo de 10 personas (en el que él, su esposa y su hijo son los únicos argentinos) cocinará más de 200 kilos de carne y 70 de masa. Se ganó el llamado luego de participar de varios eventos municipales y aparecer en uno de los programas de gastronomía más importantes del país.

Pocas camisetas se ven hasta el momento, pero todos están pendientes. “Ya lloré con la despedida de Tim (Duncan), y sé que ahora me pasará lo mismo. Ya me estuve emocionando con todos los videos de los Spurs”, cuenta Belinda. Porque no sólo los fans aman a Manu. La franquicia también. Y le dio a esta ceremonia muchísima trascendencia. Desde dedicarle un portal exclusivo en su sitio web oficial hasta hacer una especie de cuenta regresiva de videos en los que distintas leyendas del equipo hablaron de Manu, dejando para el final a sus compinches, Duncan y Tony Parker, y el entrenador Gregg Popovich.

Serán quienes hoy hablen, con el francés como el primero en tomar la palabra, tal como hizo en el retiro de la camiseta de Timmy D. Antes, poco después del partido y cerca de la medianoche argentina, comenzará el momento mojón. Allí, cada uno de los asistentes se alborotará y a más de uno se le caerá el celular en su afán por sacarlo del bolsillo para atesorar ese momento. Saldrá Manu de la mano de su amor eterno, Marianela Oroño; llevará colgados también a sus tres soles: Luca, Dante y Nicola. Se sentará en una silla con los suyos a la izquierda y los otros símbolos Spurs a la derecha. Escuchará discursos. ¿Llorará? Cuentan quienes pasaron las últimas horas con él que está muy movilizado. Por cortesía suya y de la franquicia, viajó más de un cincuentenar de familiares y amigos. Pese a ser un momento que preferiría haber evitado, una vez que se dio por derrotado aceptó el convite gustoso. Se dedicó a disfrutar el proceso y disfrutará esta noche de un homenaje que tal vez jamás vuelva a vivir un argentino.

Fuente: Clarín