Medios08/09/2019

¿Por qué la mató?: después del brutal crimen de la docente salteña, el menor asesino se fue a festejar con amigos

El cuerpo de Sandra Silvia Palomo, de 53 años, fue encontrado a la vera del río Arenales.

El femicidio de Sandra Silvia Palomo conmocionó a la sociedad salteña. Por la crueldad con la que fue asesinada y por conocerse que el presunto autor del crimen es un menor, de 15 años, vecino de la víctima. Después de matar a puñaladas y a golpes a la docente, de 53 años, el sospechoso abandonó el cuerpo, con una bolsa en la cabeza, a orillas del río Arenales. Según la reconstrucción del hecho realizada por los investigadores policiales y judiciales, la mujer estaba con vida cuando el asesino la dejó a un costado del río. Allí se desangró por las múltiples puñaladas y murió.

Una vez que logró descartarse del cuerpo, el menor abordó la camioneta Toyota Hilux de la víctima, recorrió unas cuadras hasta casi la salida del barrio Tres Cerritos y se detuvo a festejar con dos amigos, publicó La Nación.

La escena del festejo fue grabada por una cámara de seguridad instalada en la zona. Anteayer, los dos amigos del presunto autor del femicidio fueron detenidos. Hace 24 horas, fueron imputados como presuntos partícipes del homicidio de la docente. Pero la policía y los fiscales creen que un mayor habría estado en la camioneta con el chico.

Palomo desapareció hace una semana, cuando abordó su camioneta Toyota Hilux gris para ir a comprar los ingredientes para hacer la torta de bautismo de su nieto. El cuerpo fue hallado dos días después. Antes los policías encontraron abandonada la camioneta.

Según fuentes de la investigación, durante la audiencia de imputación, la fiscal María Sodero Calvet acusó a los menores, de 17 años, de participación necesaria en el homicidio agravado por alevosía y ensañamiento de la docente.

Durante la audiencia ambos menores fueron asistidos por los defensores oficiales y se negaron a declarar. Antes de expresar su rechazo a ser indagados, la representante del Ministerio Público describió el hecho por el que fueron acusados y detalló las pruebas que los vinculaban con el asesinato de la maestra.

Entre esos elementos figuran las grabaciones de la cámara de seguridad en las que ambos imputados aparecen en una esquina cuando llega el menor, de 15 años, a bordo de la camioneta Toyota Hilux de la víctima. El chico descendió del rodado, invitó a sus amigos a subir al vehículo. Los tres menores estuvieron unos minutos a bordo del rodado y después descendieron, mientras que el principal sospechoso se retiró del lugar a bordo de la camioneta.

Los investigadores de Ministerio Público abonan la hipótesis de que ambos menores también habrían visto en la camioneta a un cómplice del chico, de 15 años. No obstante, hasta ayer, el supuesto cómplice del menor no había sido identificado ni detenido.

Hasta el momento, los investigadores policiales y judiciales no pudieron establecer cuál fue el móvil del crimen. Al revisar el cuerpo de la víctima, los médicos legistas no hallaron indicios de abuso sexual. Tampoco faltaba ningún elemento de valor de la vivienda de la maestra, situada en el barrio Tres Cerritos.

Lo único que robó el autor del asesinato fue la camioneta Toyota Hilux de la docente. Ni el chico de 15 años, detenido hace pocos días, ni los menores de 17, apresados en las últimas horas, fueron alumnos de la víctima.

Palomo desarrolló su actividad docente en Formosa y, luego de jubilarse, se instaló en Salta con su esposo.

Con respecto al primer detenido por el asesinato, el menor, de 15 años, se pudo saber que es vecino de la víctima y que vive a pocas cuadras de la casa de la docente.

Debido a que por su edad es inimputable, quedó a cargo de la jueza de Menores Silvia Bustos Rallé, quien debe definir si dispone una medida privativa de la libertad temporaria o lo entrega a sus padres.

Hasta el momento el menor no declaró. La madre había convocado a un abogado para que lo defendiera, pero el letrado, desistió de representar al chico luego de entrevistarse con el acusado.

En la audiencia de imputación el chico fue asistido por una defensora oficial. No emitió palabras y se mantuvo en silencio mientras una funcionaria judicial le describía los detalles del homicidio por el que estaba acusado.