Nueva pista del caso Nisman: un espía detrás de Lagomarsino
Se detectaron 27 llamados realizados por un agente de Inteligencia a altos funcionarios, cerca de su casa. El celular se desconectó minutos antes que se hallara el cuerpo del fiscal.
A días de cumplirse 5 años de la muerte del fiscal federal Alberto Nisman, apareció una nueva pista: una agente de Inteligencia realizó 27 llamados a otros altos funcionarios que fueron detectados por una antena que está ubicada a una cuadra de la casa de Diego Lagomarsino, colaborador de Nisman, en el barrio de Martínez.
Así fue revelado en una nota del diario Clarín en la que se especifica que, luego de hacer estos sucesivos llamados, el celular se desconectó minutos antes de que el fiscal fuese encontrado muerto en el baño de su departamento de Puerto Madero.
En el documental "Nisman: El fiscal, la presidenta y el espía" que se emitió por Netflix hay un apartado que hace mención a las llamadas, investigadas en su momento por la fiscal Mónica Fein.
Según la investigación del diario, las sucesivas llamadas comienzan a las 10.10 del domingo 18 de enero de 2015. El funcionario de la Dirección General de Reunión Interior de la SIDE se comunica mediante un radio de Nextel con uno de sus agentes activos.
El que inicia la llamada está en la Capital. Lo toma una antena ubicada en la avenida Beiró, entre los barrios de Agronomía y Villa del Parque. El que la recibe está en Martínez, al norte del conurbano bonaerense. Lo toma una antena de la calle Hipólito Yrigoyen 3197, muy cerca de la Panamericana.
El agente que toma la llamada no estuvo antes allí: jamás una comunicación suya se activó desde ese punto de la ciudad. La antena que capta la comunicación está ubicada justo a una cuadra del domicilio de Lagomarsino.
Este dato -surgido de un entrecruzamiento de llamadas hecho por la Policía Federal- es la nueva pista del caso, a horas de cumplirse 5 años de la muerte del fiscal.
El espía realizó ese día 38 comunicaciones de radio por Nextel, 27 de ellas desde el barrio de Lagomarsino. Empieza a las 10.10 y sigue hasta las 16.59. A esa hora lo llaman desde una antena que corresponde a la zona de Puerto Madero donde está el departamento de Nisman.
Tras ese llamado queda en silencio dos horas y luego aparece en otras localidades del conurbano: Tres de Febrero y San Martín. Allí se comunica 11 veces más con sus mismos interlocutores: altos funcionarios de la Secretaría de Inteligencia del Estado. Pero vuelve al barrio de Lagomarsino cerca de las diez de la noche. En dos minutos (22.07 y 22.08) emite tres comunicaciones más y recibe una.
Luego de esta última apaga su teléfono, pero no se sabe a qué hora abandona la zona y termina su día de trabajo.
Por el entrecuzamiento de llamadas, también se pudo saber que no fue Nisman quien llamó primero a Lagomarsino aquel sábado. Que Lagomarsino le mandó un WhatsApp antes y luego de eso respondió Nisman. Que no fue Nisman, sino Lagomarsino quien provocó el encuentro que terminaría con la muerte del fiscal.