Nacional24/02/2020

Puerto Deseado: el sospechoso fue a comprar vino después de su liberación

El acusado había estado preso por el brutal ataque a su sobrino menor de edad. Tras cumplir la condena, quedó libre y cometió el aberrante hecho que conmocionó al país

“’No me acuerdo’, eso es lo que repetía cada vez que iba preso. Se escudaba en la enfermedad”. Según los investigadores del caso que conmociona a la localidad santacruceña de Puerto Deseado, eso solía decirle a la Policía el principal sospechoso cada vez que era arrestado.

Su prontuario incluye abusos, agresiones, disparos a vecinos y hasta un intento de homicidio.

Omar Alvarado, de 24 años, sufre esquizofrenia y fue identificado en una rueda de reconocimiento como uno de los partícipes del ataque y la violación que sufrió María (44) en la playa Cavendish. También se sospecha que participó del crimen del hijo de la mujer, Santino, de 4 años.

Para el juez de instrucción de Puerto Deseado, Oldemar Villa, la enfermedad que padece el único detenido “no lo convierte en inimputable” y eso será materia de investigación.

Marcha en Puerto Deseado por el crimen de un nene de 4 años y la violación de su madre.

Por lo pronto, se conoció que entre los antecedentes penales que tiene, figuran “varios abusos, agresión a sus padres y hasta le disparó a un vecino”, aunque uno de los más graves ocurrió hace un mes.

Alvarado fue demorado en enero luego de haber sido denunciado por la "tentativa de homicidio" de un chiquito integrante de su familia: lo quiso matar a golpes. Pese a ello, la Justicia lo liberó.

El viernes, tras recuperar la libertad, una cámara de seguridad registró cuando fue a comprar vino a un negocio para juntarse con cuatro amigos en la vereda del local de la UOCRA, ubicado sobre la calle Piedrabuena. Fue a las 23.25.

Alvarado estaba con la misma campera que tenía puesta el día que atacó a la mujer. Era de color azul y de nailon.


La imagen de la cámara de seguridad que muestra a Omar Alvarado, comprando vino en un negocio, tras el ataque brutal en Puerto Deseado.


Al verlo con el grupo y reconocerlo por los retratos que habían comenzado a circular, una persona avisó a la Policía para que volvieran a detenerlo.

Según las fuentes consultadas por Clarín, cada vez que lo arrestaban el sospechoso decía lo mismo: "Se escudaba en la enfermedad y alegaba que no se acordaba de nada".

Mientras tanto, Alvarado ahora permanece en una sede policial de Caleta Olivia. A esa ciudad, que queda a unos 214 kilómetros al Norte de Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz, fue trasladado este domingo a la madrugada.


Horror en Puerto Deseado. Uno de los identikits que se hicieron con ayuda de la víctima.


La decisión la tomó el juez de instrucción de Puerto Deseado, Oldemar Villa, para evitar una posible reacción de los vecinos, que marchaban nuevamente este domingo para pedir Justicia.

El magistrado prevé indagarlo en los próximos días mientras se resuelve la situación del otro sospechoso, que es menor de edad.

El juez Villa tiene un plazo de diez días hábiles para indagar a Alvarado, quien en principio está acusado de los delitos de "rapto, abuso sexual con acceso carnal, tentativa de femicidio (en el caso de la mujer) y homicidio (en el caso del nene)".

El hombre quedó formalmente detenido el sábado por la noche, luego de que la víctima lo identificara en una rueda de reconocimiento.

María lo marcó como una de las dos personas que el jueves pasado la raptó cuando caminaba por la playa Cavendish junto a su hijito.

Luego, el detenido abusó sexualmente de la mujer, la golpeó y después habría participado del crimen de Santino junto a su cómplice: lo asesinaron a golpes en la cabeza.


Horror en Puerto Deseado. Son dos los sospechosos que describió la víctima. A uno lo identificó en rueda de reconocimiento.


Según la agencia Télam, fue una hermana quien lo denunció a Alvarado: les contó a los investigadores que le habría confesado el crimen y la violación.

Al momento de su arresto, presentaba algunas heridas cortantes que pudieron haber sido marcas defensivas de la mujer violada.


El otro sospechoso

El adolescente sospechado era indagado por el juez a última hora del domingo, tras postergarse la rueda de reconocimiento de la que iban a participar testigos que, supuestamente, lo vieron caminando por la playa Cavendish minutos después del ataque.

María recibió 50 puntos de sutura en la cabeza, agresiones con arma blanca en el cuello y golpes en todo el cuerpo.

“Pide constantemente poder ver el cuerpo de su hijito y además quiere llevarlo ya para Salta y darle sepultura”, le contó a Clarín una fuente judicial. Pero los peritos que la asisten se oponen a que ello ocurra porque sería “otro duro golpe para la mujer”.

La marcha del domingo, convocada por redes sociales, se dirigió a la puerta del juzgado. Allí los vecinos, que ocuparon unas dos cuadras, fueron con la intención de apoyar a María, la víctima. Pero también para reclamar por otros casos de inseguridad y homicidios ocurridos en los últimos años en Puerto Deseado y en Caleta Olivia.

En silla de ruedas, así llegaba María al juzgado de Puerto Deseado para participar de la rueda de reconocimiento.

“María, te pedimos perdón por haberte devuelto a tu hijo en un cajón”, fue la frase que se repitió constantemente por los altoparlantes, además de la exigencia de la dimisión del juez Villa y duras críticas al poder político de la provincia.

“Basta de impunidad” y “Deseado se pone de pie” fueron los carteles que portaban los manifestantes. Algunos hasta pedían que Gendarmería se haga presente para ayudar a la seguridad.

Entre los manifestantes circuló una urna para realizar una colecta para la familia. María y su hijo habían llegado desde Salta para visitar a David, otro hijo de la mujer quien se encuentra radicado en Puerto Deseado.