Jujuy26/02/2020

Caso Milagro Sala: Confirman que son falsos los audios que se le atribuían al juez Baca

En medio del juicio político impulsado por Rubén Rivarola en contra del presidente del Tribunal Superior de Justicia, se presentó un informe que demuestra que los audios fueron objeto de “alteraciones y adulteraciones”.

En el marco del juicio político impulsado contra el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Pablo Baca, acusado de incumplimiento de los deberes de funcionario público, se presentó un informe que demuestra que los audios que se le atribuyen en torno de la situación procesal de la dirigente Milagro Sala “fueron objeto de alteraciones y adulteraciones”.

En su descargo, el juez manifestó oportunamente que las grabaciones “fueron editadas sesgadamente e interpretadas en forma malintencionada para llegar a conclusiones que son contrarias al contenido de los audios, todo lo que se puede comprobar con sólo escucharlos y compararlos con las notas que se refieren a ellos”.

La manipulación se pudo comprobar, según la Ingeniera Informática Patricia Moyata, por la gran cantidad de cortes que presentan los audios. En estos cortes se verifica que se unieron palabras o frases que provenían de una conversación a otros fragmentos que provenían de otra u otras. Los cortes se notan por los instantes de silencio entre grupos de palabras, en los que no cesan sólo las voces, sino también el sonido del ambiente que es siempre constante.

La pericia también informa la existencia de una gran cantidad de “cortes abruptos” en los que aparecen como últimas palabras de una oración palabras que, en realidad, por su tono, corresponden a la mitad de la frase. Luego de este tipo de cortes, se continúa con palabras que tampoco corresponden, por su entonación, a la normal continuidad de una frase. De este modo, se reunieron fragmentos de distintas oraciones para construir frases que el Dr. Baca nunca dijo.

Otro hallazgo fueron los frecuentes cambios en los sonidos del ambiente y la presencia de “ruidos dispares”, lo que demuestra que lo que se pretendió exhibir como un diálogo, se trataba en realidad de la unión de fragmentos que tenían origen en distintas conversaciones y en distintos ambientes.

Hay comprobaciones todavía más graves, como la existencia de palabras cortadas, y en otros casos hay serios indicios de la superposición de sonidos. Se encontró un archivo en el segundo audio que contiene la terminación “converter.doc”, que es el nombre de un programa que se utiliza para editar archivos. Este archivo, que pudo haber quedado por error de quienes llevaron a cabo la edición, da cuenta justamente de la edición de los audios.

En lo estrictamente técnico, la Ing. Patricia Moyata utilizó un programa de licencia gratuita, “Audacity”, que se emplea para la edición de audios y para el análisis de espectros de sonidos. Ha dejado constancia de cada paso en su análisis, de modo que puede ser controlado por cualquiera que quiera verificar sus conclusiones. Si se reproducen las pruebas realizadas, se obtienen los mismos resultados, lo que asegura su veracidad.

Otras adulteraciones

Se pretendió, por ejemplo, que un diálogo que había tenido lugar en noviembre de 2016, lo que se puede establecer porque en él se alude al “lanzamiento del RUCVM” (“Registro Único de Casos de Violencia contra la Mujer”), en realidad habría ocurrido en octubre de 2019. Esto debido seguramente a que quien llevó a cabo la edición de los audios no entendió la sigla RUCVM y no pudo advertir que dejaba un dato que permitía ubicar al diálogo en otra época.

Baca también señaló falsificaciones en la transcripción que se hizo de los audios. Lo que se escribió en la nota no coincide con lo que se escucha en las grabaciones. Como cuando se escucha que el Dr. Baca no intervino en las causas relativas a Milagro Sala y en la nota se transcribe lo contrario. O cuando se escucha en el audio que “la guita no se la llevó él”, en relación con Eduardo Fellner, y en la nota se consigna “la guita no se la llevó ‘ella’”, en referencia a Milagro Sala.

Se introducen también oportunidades en las que se dice que Baca se ríe, como forma de asentimiento, que no se encuentran en los audios.