Boca se consagró campeón de la Superliga en una definición emocionante
Le ganó al Gimnasia de Maradona y tras el empate de River alcanzó el título.
Boca Juniors venció hoy 1-0 a Gimnasia y Esgrima La Plata en La Bombonera y se coronó campeón de la Superliga gracias al empate de River Plate ante Atlético Tucumán.
Carlos Tevez. el emblema que tiene el xeneize en el campo, marcó el gol del título, en un 2020 en el que el equipo de la ribera ganó todos sus encuentros, con la única excepción de la igualdad ante Independiente.
El dueño de casa salió al campo consciente de que necesitaba un triunfo para sostener sus esperanzas de título, y dominó desde lo territorial en el primer tiempo, aunque sin claridad en los últimos metros.
Cuando iban 19 minutos el estadio vibró con el gol de Javier Toledo para Atlético Tucumán, pero no alcanzó para despertar al equipo, que contó solo con dos ocasiones para abrir el marcador.
A los 23, Jorge Broun tapó un disparo de Eduardo Salvio. Diez minutos más tarde, el arquero se lució para desviar un cabezazo de Franco Soldano y, en el rebote, el que se lo perdió fue Tevez.
Luego, llegó la igualdad de Matías Suárez en Tucumán y el xeneize siguió empujando sin ideas.
Un error del mediocampo de Boca le dio la primera del partido al Lobo a los 2 minutos del segundo período, pero el remate de Nicolás Contín encontró una gran reacción de Esteban Andrada.
Salvio tuvo la oportunidad de culminar un contraataque xeneize tras un buen pase de Tevez, pero le erró al arco a los 20. Tres minutos más tarde, Broun salvó espectacularmente un mano a mano ante Ramón Ábila.
De tanto ir, el premio llegó a los 26, porque Tevez clavó un bombazo desde la medialuna que venció las manos de Broun y, en ese momento, Boca pasaba a River en la tabla.
Jonathan Agudelo, recientemente ingresado, desvió un cabezazo que salió muy cerca del poste derecho a los 36.
Los últimos minutos se vivieron a la expectativa de lo que pasaba en Tucumán, pero nada se movió en los tanteadores y Boca volvió a gritar campeón, con el agregado de haberle quitado el título de las manos al rival de toda la vida.