Economía24/04/2020

Cómo tratar los síntomas financieros de la pandemia

El distanciamiento social y el aislamiento han traído consigo el desafío que todos predijeron: nos han llevado a la incertidumbre financiera. Si bien hace unas semanas la gente pensaba que la crisis financiera sólo era un peligro potencial, ahora no queda duda de que es una realidad que no podremos evitar.

síntomas financieros de la pandemia

Nadie puede escapar de los síntomas económicos de la pandemia; pueden ocurrirle a cualquiera, sin importar su origen ni el país en donde viva. Podrían ser el resultado de la pérdida del empleo, de una enfermedad, de gastos por reparaciones en el hogar o de la muerte de algún familiar cercano. Condiciones médicas como la COVID-19 pueden cerrar comunidades enteras por largos períodos, tal como sucedió con la actual pandemia. 

La gente está preocupada por el impacto que esta pandemia tendrá en sus finanzas. Y tienen razón de estarlo porque, sin importar la fuente, las emergencias financieras tienen efectos en prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas. La mala noticia de eventos como este es que la gente no se da cuenta inmediatamente de las dificultades financieras a las que se enfrentan y van a enfrentar. Las personas necesitan hacer una evaluación a largo plazo de su capacidad para mantener su estilo de vida y considerar sus ingresos, gastos y utilidades para entender hasta qué punto la pandemia va a afectarles

A menudo, las emociones son el detonante de malas decisiones financieras, como gastar el salario de un mes en papel higiénico y arroz para acumular. Sin embargo, las personas deben comprender que estas decisiones financieras afectarán a su presupuesto y a su estilo de vida a largo plazo, por lo que, al hacer su evaluación, deben basarla en recursos educativos confiables. 

Hasta el momento, la pandemia ha cambiado muchas industrias y la economía mundial, pero sus efectos apenas se conocen porque todavía nos encontramos luchando contra ella. En el presente, la prioridad de todos es limitar la propagación del virus y mantener saludable al mayor número posible de personas. Pero todos deben ser conscientes de que este es el inicio de una recesión mundial, y que la recuperación será lenta. Por lo tanto, tanto los individuos como las organizaciones necesitan aprender a administrar los desafíos financieros que están por venir. 

¿Cómo podemos superar las emergencias financieras? 

Durante este período, cada vez más personas tienen problemas para pagar sus cuentas, préstamos, y necesidades básicas como comida y renta. Pero hay opciones de las que podemos servirnos para encarar estos tiempos tan difíciles. 

Contacta a tus acreedores

La gente necesita determinar previamente si pueden pagar sus cuentas y préstamos, porque si no tienen fondos suficientes, necesitan ponerse en contacto con sus acreedores para buscar soluciones lo antes posible. Los gobiernos de muchos países del mundo han alentado a las instituciones financieras para que trabajen con sus clientes y puedan satisfacer y resolver las necesidades más urgentes de la comunidad. Cuando las personas no pueden realizar un pago, necesitan más tiempo, o quieren averiguar qué opciones de pago tienen, necesitan ponerse en contacto con sus prestamistas e informarles sobre su situación. Los prestamistas estarán más interesados en encontrar soluciones para sus clientes, que en penalizarlos por no poder devolver el dinero. 

Los prestamistas y las compañías de tarjetas de crédito ya han planeado estrategias que les permiten manejar situaciones como esta, por lo que pueden ofrecer a sus clientes varias opciones entre las cuales elegir. Por ejemplo, podrían permitir la exención de pago de ciertas tasas, el pago retrasado o su ajuste, e incluso el recorte de algunos pagos. 

¿Tienes problemas para pagar tu hipoteca u otros préstamos?

Si no puedes pagar tu hipoteca o una parte de ella, debes ponerte en contacto con el recaudador porque hasta ahora casi todos los servicios de préstamos han elaborado planes para ayudar a sus clientes, y es altamente probable que también lo haya hecho el tuyo. Si las soluciones que te propongan no te parecen suficientes, puedes solicitar una consolidación de deuda para evitar perder tu casa durante la pandemia. Las autoridades locales y los proveedores financieros ofrecen información detallada para ayudar a la gente a comprender sus opciones de contención y evitar la ejecución de la hipoteca como consecuencia de la epidemia actual. 

Como muchas personas están resguardadas en casa, intentan ponerse en contacto con sus recaudadores por vía telefónica, pero también lo están haciendo miles de clientes más, y en estos días es casi imposible contactar con un representante o ejecutivo. Así que los servicios ofrecidos en línea son una mejor y más efectiva opción, pues permiten a los individuos manejar sus finanzas desde la comodidad de su hogar. 

Mantente al tanto de la información confiable

Ten en cuenta que cada canal de noticias tiene su propia versión de la historia, y cada día trae una nueva ola de información. Antes de recurrir a las redes sociales o a la televisión para obtener detalles sobre la pandemia, la gente debe recurrir a fuentes de noticias fiables y comprobar lo que hacen sus gobiernos locales y nacionales para apoyar a sus comunidades

La mayoría de los gobiernos están publicando en sus sitios web oficiales y en sus cuentas de redes sociales información médica y epidemiológica, las medidas que están adoptando para ayudar a los ciudadanos a hacer frente a la pérdida de ingresos, programas de apoyo a las comunidades, y otras soluciones e iniciativas similares.

Sin embargo, que la pandemia haya encerrado al planeta entero no significa que la gente deba pasar todo su tiempo navegando por las redes sociales en busca de las noticias más recientes. Deben tener cuidado con la llamada fatiga de la información. El cerebro y el cuerpo de nosotros los seres humanos solo pueden digerir una cantidad limitada de información en un momento dado, y cualquier cosa adicional podría llevarnos al agotamiento. No deberíamos permitir que la crisis controle nuestras vidas. Pasar tiempo con los seres queridos y conectar con otras personas, aunque sea a distancia, es sumamente importante. Con la tecnología disponible en la actualidad, el distanciamiento social no es un obstáculo para mantenernos en contacto.

Si es posible, elabora un presupuesto de emergencia

Los ahorros de emergencia son una cosa, y un presupuesto de emergencia es otra muy distinta. Ahora que la pandemia ya está afectando a la economía mundial, es demasiado tarde para construir un fondo de emergencia. De cualquier modo, es el momento adecuado para elaborar un presupuesto de emergencia basado en tus ingresos actuales. Con la ayuda de alguna aplicación para presupuestar, las personas pueden manejar sus ingresos y proyectar sus gastos. Herramientas como esas deberían ayudar a que se prioricen los más importantes, empezando con la renta y los gastos médicos, y asignar cantidades razonables para la comida y el transporte. 

Los gastos a los que recurres en una situación de aislamiento son diferentes a los que tenías antes de la crisis. La gente gastará menos en recreación, entretenimiento, combustible, cuidado infantil, y gastos personales. Pero por el otro lado, gastarán más dinero en comida, servicios públicos y productos de autocuidado e higiene personal. 

Reducir los costos es un paso esencial para construir un presupuesto de emergencia, y todos los miembros de la familia deberían ser parte del proceso. Si bien los niños no gastan tanto en salidas con los amigos, no significa que no puedan aprender a presupuestar para comprar juegos o pagar por servicios de música y películas en línea. 

Los proveedores de servicios están ofreciendo actualmente paquetes especiales para ayudar a la gente a reducir sus gastos sin renunciar a sus servicios. Es una mejor estrategia para ellos trabajar con sus clientes para satisfacer sus necesidades, en lugar de arriesgarse a perderlos. Reducir algunos servicios temporalmente puede añadir dinero extra al presupuesto familiar. 

Los síntomas de esta pandemia son similares a los de cualquier otra enfermedad que afecte a comunidades enteras. Y la gente puede y debe tratarlos del mismo modo en que le harían frente a cualquier otra emergencia: con planificación y cuidado.