Es Nibiru el duodécimo planeta de nuestro Sistema Solar
Mucho se habla actualmente de la existencia de un planeta aún no descubierto. Algunos lo asocian con la ciencia ficción, otros a extraterrestres que invadirán al planeta Tierra y otros como Zecharia Sitchin han dedicado su vida al estudio de culturas antiguas, afirmando que el duodécimo planeta no es ficción y existe.
¿Qué es Nibiru? ¿Por qué se piensa en su existencia? La idea de que la Tierra pudiera haber sido visitada por seres inteligentes de otro lugar, nos lleva a pensar en la existencia de algún otro planeta sobre el cual estos seres hubieran establecido una civilización.
Los llamados Dioses del Cielo y la Tierra del antiguo Oriente Próximo, no solo tenían origen en los cielos, sino que también podían volver a su “casa” en las estrellas. Lo que lleva a algunos historiadores a pensar que la llamada Morada Celestial de los Dioses, estaba relativamente cerca.
Es por ello que los antiguos pobladores de Sumeria, han revelado en sus tablillas, que el planeta de los dioses, estaba dentro de nuestro propio sistema solar.
¿Qué era Nibiru para los Sumerios?
Para los antiguos sumerios, Nibiru era realmente algo importante, tal es así que fue escogido como emblema del dios más importante de la época, llamado el protector de Babilonia, Marduk.
La etimología de la palabra Nibiru nos lleva directamente al concepto de “cruzar” o “punto de cruce”. Así pues, el astro en cuestión vendría a ser el que atraviesa o marca un punto de cruce, una intersección.
Un texto que según Sitchin, relata la historia del Planeta X (Nibiru), es el Emuna Elish, también llamado “Las siete tabletas de la creación”. Es conocido como el poema babilónico de la creación, fue redactado en lengua acadia y escrito en caracteres cuneiformes sobre tablillas de arcilla. Se cree que su fecha de redacción oscila entre los siglos XVII y XVI AC.
Más acorde a nuestros tiempos, también se asocia Nibiru a la Hipótesis Némesis. Una hipótesis formulada en los años ochenta, plantea que nuestro Sistema Solar, es binario; y su supuesta estrella hermana sería la responsable de las extinciones masivas que han asolado al planeta a lo largo de su historia.
Seguramente habrás estudiado que el Sistema Solar es un sistema con una única estrella, en su centro, en torno a la cual el resto de planetas y objetos orbitan; el propio Sol también orbita en torno al centro de la Vía Láctea, y además se desplaza.
En la década de 1980, se planteó que quizás el Sol no estaba solo, sino que tenía un compañero. Ese objeto hipotético se denominó "Némesis", por la diosa griega de la venganza; y fue llamado así porque sería el aparente responsable de las sucesivas extinciones masivas por las que ha pasado la Tierra que, aparentemente, transcurrirían en periodos cíclicos, cada 27 millones de años.
Fue Richard Muller, de la Universidad de California Berkley, el que planteó en 1984 que una estrella enana marrón, situada a un año luz y medio de la Tierra, sería la responsable de provocar estas extinciones masivas.
¿Alguien pudo observar a Nibiru? ¿Dónde está Nibiru en la actualidad? Estas preguntas y muchas más son las que se hacen los científicos.
Cálculos más recientes hechos por el Observatorio Naval de los Estados Unidos, confirman la perturbación orbital exhibida por Urano y Neptuno. El astrónomo Dr. Thomas C Van Flandern, del Observatorio Naval, dice que solo puede explicar estas perturbaciones con un planeta que no se ha descubierto aún, con una masa 5 veces más grande que la de la Tierra y una órbita altamente elíptica.
Según los científicos que llevaron a cabo el estudio, la estrella se ubicó en julio de 2009 en el pico de la nube de Oort en la zona de Sagitario, perturbando la órbita de Plutón, Júpiter y el resto de los planetas del sistema solar.
Actualmente, no hay pistas concretas de la existencia del Planeta X, por el momento forma parte de hechos inexplicables, que surgen del estudio de civilizaciones pasadas, o suposiciones de observaciones en el presente.
Con los adelantos tecnológicos actuales, quizás dentro de poco, podríamos tener muchas más certezas sobre la existencia de Nibiru.