Alumnos de 4° grado tuvieron su promesa de lealtad a la bandera de manera virtual
Este año la promesa de la lealtad a la bandera que protagonizan todos los alumnos de 4° grado tuvo que sortear las dificultades de la pandemia. Si bien en algunas instituciones se optó por postergarlo para el año próximo, otros colegios la hicieron de manera virtual.
La educación en todos sus niveles tuvo el enorme desafío de reinventarse y proponer nuevas dinámicas para continuar adelante, bajo las reglas que impuso la pandemia por coronavirus. Más allá de las alternativas didácticas que pusieron en juego las instituciones, la cuarentena llegó para recordarnos la importancia del contacto humano y de vínculos como el que mantienen los docentes con los alumnos.
Fuera de la currícula que cada nivel sigue, hay eventos en la vida estudiantil que conforman también el aprendizaje que los alumnos reciben en el colegio. Uno de ellos, es la clásica promesa de lealtad a la bandera que hacen todos los años los alumnos de 4° grado.
Bajo la costumbre de realizarse cada 20 de junio, la promesa de este año se vio atravesada por la pandemia. Ante este contexto, muchas fueron las instituciones que decidieron postergar el evento para el año entrante, mientras que otros colegios optaron por hacer un acto de manera virtual para que la fecha no pasase desapercibida.
“Cuando nos dijeron que el acto era vía Zoom pensamos que iba a perder el sentido, pero nos propusieron que ambientemos nuestras casas, que les preparemos ropa y de a poco se creó un clima hermoso”, nos dice Exequiel, padre de uno de los niños que tuvo su acto de manera virtual.
“A nosotros nos emociono mucho. Estuvimos todos en casa: vinieron sus abuelos y sus tíos. Él, hiper concentrado en su juramento”, nos dice Natalia, madre de Emma, uno de los tantos niños de 4° grado que prometieron lealtad en el acto virtual.
“Me emocioné, a pesar de la virtualidad. Joaco estaba súper concentrado. Yo no pude jurar la bandera cuando era chica porque en esa época vivíamos de paro en la escuela pública entonces fue muy emocionante verlo y vivir el momento” aporta María de los Ángeles, madre de Joaquín.
Si bien la dinámica se replicó en varias instituciones de diferente forma, la idea fue compartir, a pesar de la distancia, uno de esos momentos que marcan el paso de todo alumno por su educación primaria.