Medios23/07/2020

La polémica tapa de Caras sobre la hija de la reina Máxima

"Luce con orgullo su look ‘plus size’", afirma el título, impreso sobre una foto de la reina de Holanda y Amalia, su primogénita, de 16 años. La mirada de los especialistas y la palabra de uno de los directores de la publicación.

La revista Caras de esta semana recibió fuertes críticas por el foco que le dio a su tapa, colocando como protagonistas a Máxima Zorreguieta, la reina de Holanda, y su hija mayor, Amalia, de 16 años. En la imagen, madre e hija aparecen de espaldas caminando sobre un jardín, tomadas de la mano y mirando a la cámara por encima de sus hombros.

La polémica surge por el título que eligió la publicación: “La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look ‘plus size’”. En la bajada, agrega. “Amalia (16), la heredera al trono de Holanda, víctima del bullying, enfrenta las críticas con fortaleza y el incondicional apoyo de sus padres. Una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de ‘mujer real’”.

“¿Qué es un look ‘plus size’? ¿El nuevo eufemismo para decir ‘gorda'? –cuestiona Lala Pasquinelli, directora de Mujeres que no fueron tapa, en diálogo con Teleshow–. ¿Por qué se usa como una categoría estigmatizante? ¿Desde cuándo dejamos que nos nombren por el talle que usamos? ¿No es bullying señalar en la tapa de una revista el cuerpo de una adolescente indicando que ‘se sale de la norma’ porque es ‘plus size’? ¿Críticas por qué? ¿Por tener un cuerpo? ¿Por no ser una princesa delgada? ¿De qué se tiene que defender?”.

Pasquinelli sostiene que esta clase de revistas, desde una partida así, “normalizan el juicio sobre el cuerpo de la adolescente y de todas las mujeres”. Y explica: “Es una crítica hacia esa persona por ser como es, y desde ella, a todas las que no seamos delgadas. Mujeres reales somos todas, existimos, estamos vivas. Sufrimos desde niñas estos señalamientos que normalizan y habilitan el juicio, logrando que cualquiera se sienta con derecho a señalar alguna parte de nuestro cuerpo como errada, fallada, fea, y a partir de ahí todas sabemos lo que pasa”.

Heredera al trono de Holanda, Amalia se destaca en sus estudios: está un año adelantada en el colegio de lo que le correspondería por su edad. Además, trabaja como mesera en una confitería. Sin embargo, la publicación se centra solo en su imagen, sin reparar en ninguna otra característica.


Máxima y Guillermo de Orange junto a sus tres hijas: Catalina Amalia, Alexia y Ariadna (AFP)

Las críticas en las redes no tardaron en llegar apenas la revista anunció su tapa desde sus cuentas oficiales. “Caras luce con orgullo en tapa su eterna y violenta estupidez. No importa cuándo leas esto”, escribió la ex diputada Juliana di Tullio. La periodista Mariana Carbajal indicó: “Qué bajeza esta tapa de Caras escrutando el cuerpo de una adolescente y poniendo el eje en que es ‘plus size'. Déjense de joder con esa lupa sobre cuerpos femeninos, y marcando parámetros de supuesta ‘normalidad’ o belleza. ¿Podrán aprender a respetarnos? #Hartas”. La comunicadora y feminista Ana Correa también criticó la publicación, definiéndola como “violenta”. Brenda Mato, por su parte, corrigió la tapa y escribió un título alternativo.



Las explicaciones

Héctor Maugeri, subdirector de la revista Caras, promocionó la última edición en su Instagram y dejó un mensaje sobre la enorme repercusión que tuvo en las últimas horas. “La revista aún no está en los kioscos y ya es TT en todas las plataformas digitales –celebró, orgulloso–. La historia de Amalia, la hija de Máxima y heredera del trono, es de superación y resiliencia. La adolescente, tras haber sido sometida a un bullying descarnado y brutal durante su infancia (algo que también sufrió Máxima y lo comentó en más de una oportunidad) logró superarlo junto al amor de su familia, y por sobre todo, creyendo en ella y en la mujer que quiere y elige ser”.

Por último, aseguró que “Caras es una revista que siempre le dio voz a los que alguna vez la sociedad intentó callar”. “Nosotros no somos calificadores –afirmó Maugeri–, somos comunicadores, y en esta semana, la historia de Amalia es un ejemplo para otras niñas que atraviesan la crueldad de los que solo saben ver la oscuridad y no la luz”.