Medios28/10/2020

Cordobés quiso estafar por teléfono a un tucumano: el imperdible audio

Le pedían que fuera a un cajero para hacer los últimos pasos y cobrar “un bono especial de 20 mil pesos”. Escuchá el diálogo que mantuvieron.

La llamada duró 8 minutos y 34 segundos. El celular de Pablo, quien vive en Tucumán, se iluminó en su pantalla con un número desconocido antecedido por el prefijo de Córdoba: 351 6287381.

El ceño fruncido del tucumano que trabaja en Salud no se relajó durante toda la llamada mientras del otro lado del teléfono, con acento efectivamente cordobés, le pedían que fuera a un cajero para hacer los últimos pasos y cobrar “un bono especial de 20 mil pesos”. El diálogo es el siguiente:

-Pablo, ¿te vas a poder hacer presente al cajero para que te podamos acreditar?

¿Pero a qué se debe a que yo tenga que estar en el cajero así me acrediten?

-Tenés que ingresar un código y no te demora más de 2 minutos. Dígame si está en condiciones de recibir esto y si está yendo al cajero.

-Sí, sí, estoy a unas cuadras.

-Yo lo aguardo en línea hasta que llegue. Muy amable.

-Ahora estoy en el cajero.

-Ingrese el código de seguridad en silencio.

-Ahora te hago una pregunta: ¿de dónde estás llamando?

-Del Ministerio de Salud de la Nación, Pablo.

-Ah, bien, ya puse la tarjeta.

-¿Qué te dice el monitor?

-Tengo la tarjeta vencida. ¿Que supuestamente no está acreditado todo?

-No lo tiene disponible en su cuenta todavía. Quédese tranquilo que le voy a acreditar los 20 mil pesos. ¿Me escucha?

-Sí, lo escucho.

-¿Pudo ingresar la tarjeta?

-Sí, ya pude. ¿Qué opción tengo que ingresar?

-Pero usted léame, Pablo.

-Están pasao de chamuyero ustedes. Están locos.

-¿Cómo?

-Ya denuncio este número yo.

-No es ningún inconveniente, caballero. No quiero discutir con usted.

-Si ustedes son del Ministerio de Salud tienen que saber que mi tarjeta está vencida. Y eso no saben.

-Bueno, Pablo, disculpe la llamada, ¿le parece? Hijo de remil p*ta, la con... de tu madre.

-Andá, put..., cul..., hijo de mil put..., ¿pensás que duermo, hijo de mil put... cornudo?

Aquí, el final de la conversación: