Policiales16/11/2020

Las últimas horas de Valeria y Judith antes del desenlace fatal

El sábado se vivieron horas de gran conmoción en el macrocentro tras la muerte de dos mujeres que habían mantenido una relación sentimental.

Homicidio en Alvarado y Talcahuano

En las primeras horas de la mañana del sábado se conocía el hallazgo de un cuerpo sin vida sobre la vereda en calle Talcahuano 140. Testigos confirmaron tres detonaciones de arma de fuego, publicó El Tribuno.

Se trataba de Valeria Noemí Liendro Ríos de 48 años, quien vivía en la zona y minutos antes, había estado en su vehículo discutiendo con su ex pareja Judith Paola Maita de 34 años. El foco de la discusión, según testimonios, era que Judith no aceptaba la ruptura e incluso llevaba adelante un tratamiento psicológico por ello. 

Valeria no habría aceptado la invitación de su madre a desayunar y salió, eran las 6 de la mañana. Al parecer debía encontrarse con su ex pareja y fue así que ambas permanecieron en su camioneta Ford Eco Sport discutiendo. 

-"Vamos a desayunar...", le dijo la madre a Valeria.

- "Anda nomás mamá, ándate adentro por favor", respondió la víctima

Luego, según relatan los testigos, se sintieron detonaciones de arma de fuego y Valeria tendida en la vereda. Empleados que pasaban por el lugar, que también sintieron los disparos, intentaron seguir la huida de Judith, que corría despavorida, pero la perdieron de vista. 



Desde ese momento, todo fue dolor en la zona y más aún cuando se conoció la identidad de la víctima, era empleada de la Justicia Federal y muy querida por otras actividades vinculadas con la religión. 

A todo esto, el 911 fue alertado sobre una mujer que amenazaba con quitarse la vida en calle Alvear al 745. Se trataba de Judith Maita de 34 años, quien luego de quitarle la vida a su ex pareja, llegó a la pieza que alquilaba, llamó a su madre para despedirse y se quitó la vida. 

Cuando llegó la policía, tras el alerta por un posible suicidio, Maita yacía tendida en una cama y en cercanías a su cuerpo una arma calibre 22.  El caso quedó en manos del fiscal penal 3 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas en turno, Gustavo Torres Rubelt.