Deportes30/11/2020

La UAR sanciona a Matera, Petti y Socino por los posteos racistas y analiza más medidas

Muy atrás quedó el fervor que los Pumas despertaron por su triunfo sobre los All Blacks. Apenas 15 días después, todo quedó salpicado entre la perplejidad y la indignación. Y la jornada de tensión y mensajes de un lado y del otro terminó con sanciones para tres jugadores implicados.

El tibio homenaje que los jugadores le brindaron a Diego Maradona derivó en un pedido de disculpas de todo el plantel. Sonó sincero y convincente Pablo Matera en el mensaje por video que transmitió la UAR. Pero, ya en la Argentina, el descreimiento popular se volcó en las redes sociales con una revisión histórica de los jugadores. Se indagó tanto que se llegó a los mensajes de Twitter escritos hace ocho o nueve años.


El contenido, que rápidamente se viralizó, llegó a los medios como una fuerza inevitable. Los tres principales jugadores involucrados en las manifestaciones en redes fueron Matera, Guido Petti y Santiago Socino. La indignación creció con fuerza insostenible. Por la noche, la UAR dispuso revocar la capitanía de Matera, y suspenderlo, junto con Guido Petti y Santiago Socino, "hasta tanto se defina su situación disciplinaria".

No todos los dirigentes en la UAR piensan de la misma manera, pero algunos conceptos parecen ser ineludibles. Hay una certeza: la Unión no puede dejar de ser consecuente con los valores que pregona. Aunque los rugbiers terminarán quedando presos de las palabras que dijeron hacer muchísimo tiempo, no se pueden eludir las responsabilidades.


Para algunos, la carrera de Pablo Matera en los Pumas debería terminarse ahora mismo. Otros consideran que podría esperarse hasta después del partido con Australia para no afectar el rendimiento del equipo en el final de la temporada. En definitiva, el equipo no volverá a jugar después hasta julio del año próximo, si la pandemia lo permite. Pero, ¿puede alguien pensar ahora en lo deportivo? ¿tiene sentido postergar una decisión?, ¿qué cambiaría en el ánimo de los jugadores (los que están involucrados en la polémica y los que no)?


 
La madrugada australiana del martes fue intensa y muchos jugadores no durmieron. Algunos tratando de recordar si por "pecado de juventud" alguna vez escribieron posteos inapropiados, otros revisando sus cuentas. Pablo Matera cerró su cuenta de Twitter. Hubo repasos para eliminar mensajes. Una situación insólita e inesperada.

La responsabilidad de Matera, por ser capitán, parece ser mayor que la de Petti y Socino. ¿Qué hacer? ¿dar el ejemplo con él o sancionarlos a todos? ¿dejar que sigan jugando, suspenderlos o expulsarlos? ¿merecen una segunda oportunidad si se disculpan? El impensado escenario puso a toda la UAR en una encrucijada.

Por la noche, la entidad que rige el rugby en nuestro país, emitió este comunicado:

"La Unión Argentina de Rugby repudia enérgicamente los comentarios discriminatorios y xenófobos publicados por integrantes del plantel de Los Pumas en las redes sociales y reunida en carácter de urgencia, la Mesa Directiva resuelve:

"En primer lugar, revocar la capitanía de Pablo Matera y solicitar al staff que proponga a la Mesa Directiva un nuevo capitán.

"En segundo lugar, suspender a Pablo Matera, a Guido Petti y a Santiago Socino del seleccionado nacional hasta tanto se defina su situación disciplinaria.

"En tercer lugar, iniciar un proceso disciplinario a los tres jugadores mencionados, a cargo de la Comisión de Disciplina de la Unión Argentina de Rugby.

"Si bien los mensajes fueron expresados hace algunos años y no representan la integridad como personas que los tres mostraron durante este tiempo en Los Pumas, desde la Unión Argentina de Rugby condenamos cualquier expresión de odio y consideramos inaceptable que quienes las expresen, representen a nuestro país".

Repercusiones


Dejar pasar el tema sin tomar una determinación no parecía ser una opción válida. Mucho menos después de que varios organismos se hicieran eco de las versiones periodísticas. Desde la Defensoría de CABA y el INADI, se emitió un comunicado que expresó: "Vamos a realizar las denuncias respectivas y a ofrecer cursos y programas a la UAR para deconstruir esta postura inconcebible e inaceptable en nuestra sociedad democrática y heterogénea. Deben disculparse ante la sociedad, responder si corresponde ante la justicia, y cambiar sus reprochables conductas".


 
La DAIA también se manifestó en su cuenta de Twitter. "Frente a la difusión de los tweets misóginos, xenófobos y antisemitas publicados en el pasado por el capitán de Los Pumas, Pablo Matera, que se han viralizado en el día de la fecha, la DAIA expresa su rechazo y preocupación por los valores que manifiesta el líder del equipo nacional de Rugby. El odio y el racismo con el que se refiere a diferentes colectivos deja en evidencia el desprecio por la igualdad y la diversidad humana de quien hoy es uno de los representantes de la Argentina en el campo del deporte internacional".

"Si se confirma que escribieron eso, deberían ser expulsados. No pueden seguir jugando al rugby", dijo en TN Eliseo Branca, excapitán de los Pumas.

Algunos consideran que los equipos de comunicación debieron haber revisado antes estas cosas, para que no se llegue a semejante escándalo. Seguramente comenzará a hacerse desde ahora. Otros dicen que estas cosas no hubieran ocurrido si Agustín Pichot, que aún tiene vínculo con la Unión, estuviera más involucrado.

La palabra de Hugo Porta, muy duro y crítico con los jugadores por el tibio homenaje a Maradona, también tuvo su peso. Hay un ala conservadora en la Unión que lo sigue respetando y creen que estos problemas empezaron cuando se perdió el camino de los ideales que representaban hombres como Porta.

Como sea, cualquier decisión que se tome le corresponde al head coach, Mario Ledesma, el encargado de designar capitán a Matera y de evaluar si merece una sanción por lo que hizo hace tantos años o no.

Las próximas horas serán decisivas. Es un 2020 muy difícil para el rugby argentino. El asesinato de Fernando Baez Sosa por un grupo de rugbiers causó una conmoción enorme. La postura de la Unión fue aceptar la responsabilidad y reconocer oficialmente que el rugby tenía un problema, que debía trabajar para solucionarlo. Luego llegó la pandemia de coronavirus que disolvió a los Jaguares y el posterior éxodo de rugbiers al exterior.

La victoria con los All Blacks parecía dar un respiro en una temporada muy complicada. Pero el problema estalló desde el pasado. Y eso es lo más difícil de enfrentar. No hay un pecado por lo que se hizo hoy. Esta vez se evalúan sanciones con retroactividad. Involucran al capitán, amenazan con resquebrajar toda la estructura del equipo. Y no será fácil de resolver. /La Nación