La carne aumentó más de 50% en el año, pero anticipan posibles bajas
El precio de la carne vacuna al consumidor cerrará 2020 con un aumento interanual superior al 50% y un salto en las últimas semanas en torno del 25%, el cual podría retrotraerse entre un 10% y 15% a partir del año que viene, según cálculos del presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), Miguel Schiariti.
El dirigente empresario estimó que el aumento de la carne se ubicará al cierre del año en un 52% o 53%, y calculó que la suba de las últimas semanas se ubicaron en torno del 25% o 30%. Sin embargo, Schiariti dijo que en las próximas semanas, este fuerte incremento podría retroceder entre un 10% y 15%, básicamente, porque los consumidores no podrán convalidar tal suba.
"La venta ya se endureció porque los precios saltaron de $350 o $400 a $600 el kilo de asado y la gente dijo 'no, pará'. Me da la sensación de que el deseo le ganó al bolsillo flaco, pero a partir del primero de enero, el bolsillo flaco le va a ganar al deseo. En enero, los precios, a mi juicio, se van a retrotraer entre un 10% y un 15%. No se van a convalidar en estos valores, del 30% de aumento se va a convalidar un 15% o 20%", explicó el titular de Ciccra.
Para Schiariti, el incremento en los precios "no es caprichoso", sino que es consecuencia de una menor oferta de animales, los desequilibrios macroeconómicos y la suba en los costos.
Según el empresario, en marzo los terneros de destete se vendían los feedlot a $100 y $105 el kilo, pero debido a "la emisión monetaria más grande y las disparadas del dólar, ningún productor que hubiese vendido una jaula de animales gordos quería quedarse con la plata".
"Estaban desesperados por mantener el valor de ese dinero y tomó al ternero como refugio de valor. Ahí pasó a $170 o $190 el kilo vivo", indicó el dirigente.
Esto supuso problemas para los feedlots, ya que con la suba de precios empezaron a "achicarse los márgenes hasta que empezaron a perder", y eso generó una menor reposición de terneros ya que "vendía tres animales terminados e ingresaba (al corral) sólo uno".
A este panorama se le sumó el aumento exponencial del precio de los granos que sirven de alimento para el animal, que pasaron, en el caso de la soja, "de US$ 300 hace un año a US$ 440 la tonelada hoy", lo que motivó que los productores decidan terminar los vacunos a pasto, ralentizando el proceso de engorde, por lo que "empezó a faltar hacienda terminada".
A esto se sumó un aumento en la demanda por parte del sector gastronómico tras la apertura de los locales, y una postergación de ventas de animales por parte de algunos productores por la finalización del año fiscal.
Caso contrario ocurrió con las carnes de pollo y cerdo, que si bien tuvieron marcados aumentos de precios durante el año, no fueron de la magnitud de la bovina.
Según el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech, el precio del kilo de pollo entero se ubica, según los diferentes comercios, entre $150 y $180, y que la actualización de los valores fueron menores a la inflación por una cuestión de "sobreoferta".
Durante el año el pollo salido de establecimiento pasó de $80 a $110 por kilo, dando un 34% de aumento, mientras que al público tuvo una variación del 32,8% a noviembre según el IPCVA.
A partir del aumento en el costo de los alimentos para animales, se ve como "inevitable" un ajuste en los precios el próximo año, ya que "es totalmente distorsivo el aumento del maíz", indicó el empresario.
En cuanto a la carne de cerdo el especialista y consultor Juan Luis Uccelli, indicó que el precio al consumidor cerrará 2020 con un alza del 36%, incremento muy por debajo del registrado en el animal en pie, el cual fue del 56%.