Internacionales06/01/2021

Crece la tensión en el Congreso y la calle ante la inminente certificación del triunfo de Biden

La sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos se convirtió este miércoles en el campo de batalla final de los aliados del presidente saliente Donald Trump y todos aquellos que reconocieron la victoria electoral del demócrata Joe Biden en los comicios de noviembre pasado, luego que un grupo de republicanos extendieran con objeciones lo que debería haber sido un trámite y avivaron la tensión en las calles de la capital, donde manifestantes chocaron la Policía e intentaron irrumpir en el Capitolio.

Con una expresión muy seria, el vicepresidente, Mike Pence, preside la sesión conjunta de las dos Cámaras, en la que los legisladores deben contar y confirmar estado por estado los votos del Colegio Electoral, el órgano que elige formalmente al inquilino de la Casa Blanca.

Las quejas republicanas

Sin embargo, al poco de empezar, decenas de legisladores republicanos objetaron los votos del Colegio Electoral del estado de Arizona, lo que obligó a que cada cámara sesione por separado y empiece un debate largo, en el que aunque los aliados de Trump no tienen los votos, retrasará por horas la certificación.

El argumento utilizado por los republicanos en el caso de Arizona es que el resultado electoral, que definió los votos del Colegio Electoral, debió ser certificado por el Poder Legislativo del estado, no el Poder Ejecutivo, pese a que eso no aparece en la Constitución local ni fue un reclamo en elecciones presidenciales anteriores.

"Los estadounidenses sabían desde el principio, de manera instintiva, que algo estaba mal con estas elecciones. El tipo que no salió casi de su casa desde que ganó las elecciones,¿cómo puede ser?", reclamó el congresista republicano Jim Jordan, quien dio como otro argumento que más gente fue a los actos electorales de Trump que a los de Biden.

Las razones demócratas

Desde la bancada demócrata, el discurso fue igual de encendido. "Si el Congreso elige al nuevo presidente, entonces no necesitamos un Colegio Electoral ni mucho menos elecciones presidenciales", sentenció la congresista Zoe Lofgren al resumir el rechazo de su partido.

En el Senado, en tanto, la pulseada era aún más dramática ya que el líder de la bancada republicana le pedía a sus correligionarios que aceptaran el resultado y abandonaran las objeciones.

“Si revertimos la decisión de los votantes, eso dañará a la República para siempre”, aseguró el dirigente republicano más poderoso en el Congreso, Mitch McConnell, que por estas horas se juega su rol como líder de la mayoría, si su partido pierde el segundo balotaje en Georgia y el control de la cámara alta federal.