El CIF habría recibido 60 vacunas pero no reúne más de 25 personas en su planta
El escándalo en torno a las dosis de la vacuna Sputnik V que recibió el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) ya está en manos de la justicia federal, donde el fiscal Ricardo Toranzos ordenó medidas y está en la búsqueda de la lista de los vacunados. En ese contexto, InformateSalta pudo conocer que el organismo habría recibido 60 vacunas cuando solamente tiene 25 empleados.
La versión de que, ante el rechazo a la vacuna, por parte de los profesionales, habría habilitado la vacunación de otros interesados, ya no tenía peso como una excusa, en especial cuando se supo que el fiscal Toranzos busca el listado de los beneficiarios.
Esto soltó la lengua de varios funcionarios internos, quienes habrían reconocido la ronda de vacunaciones irregulares, de la cual, según dijeron, habrían participado hasta los choferes, como así también familiares directos de algunas de las principales autoridades.
A tres meses de festejar una década desde su creación, el CIF sucumbió a un escándalo impensado, el cual no devino de un estudio mal hecho sino de un accionar que raya el delito y afecta la moral, pues salieron a luz graves sospechas de un uso egoísta e irregular de las vacunas rusas, provistas por el gobierno nacional para combatir la pandemia.
La misma Procuración, órgano que tiene a su mando la conducción del CIF, dio a conocer la apertura de un sumario interno porque se habría detectado que en las instalaciones se aplicaron dosis de la Sputnik V a personas que no reunían los requisitos establecidos ni eran prioridad.
Mientras se buscaba aminorar los costos del bochorno con la suspensión de algunos funcionarios, entre ellos la Directora del CIF, la fiscal María Luján Sodero, la tensión dentro de los laboratorios se tornó prácticamente insostenible.
Con Sodero suspendida y sin decir una palabra, el miedo por las consecuencias de una investigación penal alcanzó todas las oficinas. Ante ese temor, los dedos se alzaron contra un ingeniero, funcionario de segunda línea que no tardó en acomodarse con la nueva conducción del CIF, pues aseguraba haber sido relegado por la anterior gestión.
Se trata de uno de los fundadores del CIF, quien, hasta ayer, era mencionado como el principal apuntado para asumir o achacarle la responsabilidad del uso discrecional de las vacunas.