Colegios rurales salteños cumplen 10 años llevando la vocación a lugares recónditos
Hace 10 años, en medio de una atmósfera de positividad donde parecía que todo era posible, surgieron en el horizonte educativo 30 colegios secundarios rurales que con sus aulas itinerantes, alcanzaron 72 parajes recónditos de toda la extensa y compleja geografía de Salta.
Esta referencia es la que nos ofrece el profesor Juan Cánovas en días de de celebración para la comunidad educativa rural. Según el docente, estas fundaciones tienen rasgos inéditos en país, en la región y hasta donde se conoce en el mundo.
Entre estos aspectos sin antecedentes, Cánovas marca lo inédito de que el estado desarrollara un acto de gobierno simultáneo donde el mismo día, 14 de abril de 2011, por la creación de 30 unidades educativas con aulas itinerantes en 72 parajes de la provincia de Salta.
“Son 30 colegios secundarios rurales en lugares donde las oportunidades de educación secundaria eran escasas o nulas, 72 parajes donde ahora el derecho a estudiar se concreta”
El docente piensa en los jóvenes de Jasimaná, (en el extremo SO de la provincia, de ambiente puneño), de Misión la Paz (en el extremo NE, límite tripartito con Bolivia y Paraguay a 900 km de Jasimaná), o en Los Rosales (límite SE de Salta, límite con Santiago del Estero) y su opuesto diagonal Mecoyita (en el extremo NO, tierras altas pre-puneñas, límite con Bolivia; a 950 Km de Los Rosales).
El valioso trabajo que realizan estas instituciones propone otra lógica educativa. Según el profesor Cánovas “los modelos organizativos rompen con la tradición de la estructura mosaico de la distribución curricular y horaria de los colegios urbanos”.
Se inauguran, así, experiencias educativas de itinerancia, docentes en aulas de un mismo colegio dispersas geográficamente. Surge también el concepto de pluricurso en educación secundaria y la designación por “paquete” de horas cátedra.
“Se dio lugar al concepto “escuela personas” y rápidamente se reconocieron como instituciones y ese grupo se integró en una verdadera comunidad educativa”
“Cada una de estas innovaciones tiende a estabilizar el recurso humano en cada uno de los colegios rurales. Se inicia un proceso de democratización educativa al permitir la organización por ciclos en pluricursos, favorece la vinculación social y educativa y promueve proyectos comunes entre alumnos de diferentes años de cursada”, marca el docente.
En torno a las trayectorias de los alumnos, Cánovas señala que son muy consistentes, registrando tasas de terminalidad muy por arriba de la media provincial y nacional, que está en torno al 50%. En los colegios rurales la terminalidad está en torno al 80% o más según las diferentes regiones de la provincia.
“Es un verdadero centro de otorgación de derechos, constructor de oportunidades y deben ser respetados como tales por las políticas publicas, mas allá de los relevos de gestiones gubernamentales”
Para finalizar, el profesor Juan Cánovas resaltó esta proeza que llevan adelante con algunas cifras. La educación secundaria rural enorgullece por sus más de 600 docentes mayoritariamente nóveles, más de 3000 egresados y miles más cursando. “Las decisiones políticas claras, los equipos de gestión creativos y comprometidos permiten ver estos 10 años como un éxito, no en relación a otros, sino en cada uno de los actores de este sueño colectivo”, concluye el docente.