Critican una escultura que evoca un trágico episodio histórico: "Es demasiado sexy y provocativa"
La inauguración de una estatua que evoca un episodio histórico protagonizado por una campesina del sur de Italia, en 1857, creó hoy grandes polémicas por un simple motivo: la obra en cuestión es demasiado sexy y, por lo tanto, ofensiva para las mujeres que luchan por la paridad de género y en contra del machismo.
El revuelo se originó en Sapri, pueblo de 6000 almas en provincia de Salerno donde en el siglo XIX tuvo lugar un fallido intento de insurrección en contra de los Borbones, del que participó también una “Spigolatrice”, es decir, una espigadora.
Una mujer que trabajaba en los campos de grano de esa zona, en efecto, saltó a la fama por dejar todo y unirse a una misión liderada por Carlo Pisacane, uno de los patriotas del Risorgimento, el período de luchas por la unidad e independencia de Italia.
Esta gesta de lo más simbólica, en la que perdieron la vida muchísimos patriotas e inspiró a una famosa poesía de Luigi Mercantini, volvió a estar en boca de todos al desvelarse este domingo una “Spigolatrice” demasiado sinuosa y provocativa. En dicha inauguración participó incluso el expremier, Giuseppe Conte, nuevo líder del Movimiento Cinco Estrellas, que se encontraba allí de tour electoral.
Las fotos que comenzaron a circular en las redes sociales de la estatua de bronce de la espigadora, que aparece con un vestido tan transparente que causa un efecto desnudo en su parte trasera, enseguida provocaron reacciones encendidas.
“Es una ofensa a las mujeres y a la historia que debería celebrar”, escribió en Twitter Laura Boldrini, diputada del Partido Democrático (PD) y expresidenta de la Cámara baja. “Pero ¿cómo pueden las instituciones aceptar la representación de la mujer como cuerpo sexualizado? El machismo es uno de los males de Italia”, denunció, sin ocultar su indignación.
Le hizo eco su colega de partido y senadora Monica Cirinná, que directamente hizo un llamado a que se remueva la estatua del escándalo. “En Sapri una cachetada en contra de la historia y en contra de las mujeres que aun solamente siguen siendo cuerpos sexualizados. Esta estatua no dice nada de la autodeterminación de quien eligió no ir a trabajar para sumarse a la lucha en contra de la opresión borbónica”, clamó.
También se unieron al pedido de remoción de la estatua las mujeres del PD de Sicilia, que definieron la obra como “deseducativa y engañosa” ya que “banaliza a las mujeres y cualquier lucha en favor de la paridad de género tan reclamada”.
El autor de la obra, el escultor Emanuele Stifano, en un post en Facebook intentó defenderse.
“Estoy atónito y consternado. Me acusaron de cosas que no tienen nada que ver con mi persona e historia. Cuando realizo una escultura tiendo siempre a cubrir lo menos posible el cuerpo humano, sin distinciones de sexo”, explicó. “En el caso de la Espigadora, como iba a ser ubicada en la costanera aproveché de la brisa marina para darle movimiento a su larga pollera, poniendo, así, en evidencia, su cuerpo. Esto para subrayar una anatomía que no tenía que ser una instantánea fiel de una campesina del Ochocientos, sino representar un ideal de mujer, evocar su orgullo, el despertar de una consciencia, todo, en un momento de gran pasión”, agregó.
El artista precisó, además, que el boceto preparatorio fue visto y aprobado.
En efecto, en Sapri nadie salió a criticar a la estatua puesta sobre el banquillo, tal como destacó su alcalde, Antonio Gentile, que elogió a la Espigadora de la discordia: “Ha sido realizada con maestría e impecable interpretación”. /Yahoo Noticias