Es de Campo Quijano, fue campeón de malambo y ahora conquista la pantalla grande
Martín López Lacci tiene 19 años y vive en Campo Quijano. A muy temprana edad, Martín descubrió su talento a la hora de bailar malambo y desde los 8 años deja su alma en cada zapateo. Fue así como a los 13 años se consagró campeón nacional de malambo.
Con habidos logros por su destreza en la danza, la vida de Martín dio un giro de 360° al ser elegido para protagonizar “Karnawal”, un filme de Juan Pablo Félix que está logrando un amplio reconocimiento en el exterior.
El cine fue un éxito imprevisto para Martín, ya que si bien durante sus años de colegio probó otras actividades como fútbol, guitarra, ajedrez, lo que realmente se impuso fue su pasión por el malambo y esta pasión lo llevaría a cruzarse con el camino del cine.
Al año de haberse consagrado campeón nacional de malambo en Córdoba en 2012, Martín volvió al “más argentino de los festivales” con las mismas expectativas, aunque esta vez no tuvo suerte y perdió. Pero, sin saberlo, estaba ante una bisagra en su vida. Si bien no pudo obtener de nuevo el trofeo de mejor malambista, deslumbró al cineasta Juan Pablo Félix, que estaba buscando un bailarín para el protagónico de la película Karnawal y, al ver a López Lacci sobre el escenario, no tuvo dudas de que era el artista que buscaba.
El papel que buscaban era el de un adolescente rebelde que sueña con convertirse en bailarín profesional de malambo. Mientras se prepara para una competencia que podría cambiarle el destino, distintas circunstancias familiares lo van empujando hacia situaciones difíciles e incluso peligrosas.
“Hicimos castings con más de 400 chicos, sin encontrar exactamente lo que buscábamos”, comentó a Clarín el director de Karnawal y añade: “Cuando lo vimos en Laborde nos dimos cuenta de que era él. Cuando bajó del escenario, lo quisimos buscar y desapareció. No lo encontramos por ningún lado. Lo buscamos por toda la ciudad, en pueblitos cercanos de Córdoba, tocamos la puerta en varias casas y nada.”
Pese a esto el director del filme no bajó los brazos: “Pasados dos o tres meses, seguimos haciendo castings hasta que decidimos volver a buscar a Martín. Empezamos a llamar a Salta, al área de cultura, para averiguar quiénes eran los grupos de folklore, quienes habían ido al festival de Laborde, y dimos con su profesor. Conseguimos el teléfono y la dirección de la casa y fuimos directamente. Era un domingo al mediodía, estaban comiendo asado y nos quedamos a comer”.
Con el destino conspirando ya a su favor, Martín abrió la puerta de su casa y a su mesa se sentaron muchas personas para hablarle de una película coproducida por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Noruega. Uno sacó una computadora, otro le sonrió amablemente y, tras restregarse los ojos, el malambista trató de entender todo ese movimiento que había alterado la tranquilidad de su hogar.
“A mí mamá le avisaron esa misma mañana que venían a verme. Y a mí no me dijo nada porque soy de dormir hasta tarde. Ni bien le dijeron que estaban en camino, mi mamá empezó a acomodar toda la casa, a cocinar rápido. Me hizo abrir la puerta y entraron un montón de personas. Tenía gente de muchos países sentados en mi mesa. Nunca había salido del país, apenas había salido de la provincia”, recordó el joven ante Clarín.
Después de aquel encuentro, empezaron los castings. “Yo no sabía lo que era un casting, imaginaba que era una entrevista cualquiera. Al principio estaba bastante perdido”, admite. Tuvo que pasar varias pruebas, hasta que finalmente le confirmaron que el papel iba a ser suyo. Así empezó a viajar a Buenos Aires para entrenar su costado actoral con María Laura Berch. Al principio no fue fácil porque su timidez le impedía hacer algunas cosas, pero con el tiempo se fue acomodando y consiguió resultados inesperados.
Finalmente "Karnawal" se estrenó en el Festival de Toronto. Recibió, entre otros premios, la Biznaga de Oro en Málaga, y el premio a mejor director en el Festival de Guadalajara, México.
Karnawal le dio un giro a la vida de Martín: lo llevó a varios festivales de cine en distintos lugares del mundo y que lo hizo zapatear en alfombras rojas de México, España, Francia y Portugal.
Sin embargo, los reconocimientos no terminan ahí. El año pasado, a fines de noviembre, se llevó una sorpresa al regresar de México: lo nombraron ciudadano ilustre de Campo Quijano. Ahora, Martín le tomó gusto a la actuación y confirma que estaría dispuesto a participar de nuevas propuestas y proyectos de este tipo.