Quién era Ramiro Sagasta, el ciclista que murió quemado trágicamente mientras pedaleaba en una ruta de Salta
Ramiro Sagasta murió trágicamente y eso conmocionó a Salta. El hombre de 44 años salió ayer al mediodía a bicicletear por la ruta nacional 28 y, en circunstancias que se tratan de establecer, quedó envuelto en llamas y murió camino al hospital por un paro cardíaco que se desató ante la gravedad de sus heridas.
De barba tupida y ojos claros, Sagasta tenía dos hijos pequeños -una niña y un niño- y era pareja de Leticia. Se retiró voluntariamente de Telecom y ahora trabajaba con un amigo en Xibei, una empresa distribuidora de sistemas de seguridad electrónica. Era hincha de Racing y en varias publicaciones de su Facebook se retrató con su indumentaria de ciclista.
Sus más allegados compartieron posteos en las redes sociales para despedirlo, desconcertados sobre lo que pudo haberle pasado, pero dando por hecho que fue víctima un homicidio.
“Hasta siempre hermanito, volá alto, vamos a encontrar a los asesinos”, aseguró Gonzalo Sagasta, familiar de Ramiro. “Vuela alto hermanito y ahijado querido, prometo buscar la verdad y hacer justicia, no voy a parar hasta lograrlo”, le prometió en el mismo sentido otro de sus hermanos, Alejandro.
Sus allegados hablaron de él como "un ser humano ejemplar"
Mientras tanto, Pablo Echazu, su amigo y compañero de trabajo, escribió una extensa publicación en la que recordó a Sagasti. Allí habló de él como “un ser humano ejemplar, sin maldad, dedicado a la familia, honesto y siempre dispuesto a ayudar”, y expresó: “Todavía me cuesta creer y reaccionar a este trágico hecho. Me pregunto por qué a vos”.
En ese posteo, que se llenó de comentarios que rememoraron a Sagasta, señaló: “Me despido con un profundo dolor, pero con el consuelo haber tenido la suerte y el orgullo de que hayas sido mi compañero y amigo”.
La publicación en Facebook de un amigo por la muerte de Ramiro Sagasta
La conferencia de prensa de la fiscal
Mientras tanto, la fiscal a cargo de la investigación, Verónica Simesen de Bielke, brindó una conferencia de prensa este mediodía para precisar datos. “No existe ninguna constancia de que esta persona tuviera problemas con alguien o económicos. De los testimonios recabados, se da cuenta que era una persona que tenía buen trato con su entorno”, contó la funcionaria judicial.
Pese a que no dejó de lado ninguna posibilidad en cuanto a lo que pudo acontecer, Simesen de Bielke sí le restó preponderancia a aquella primera versión de que Sagasta podría haber sido asesinado cuando intentaron robarle su bicicleta.
“Las hipótesis son muchas y no se puede descartar ninguna hasta que haya una línea investigativa. Pero la hipótesis del robo no está firme porque se encontraron la bicicleta y el casco de la víctima, que son de alto valor. La [hipótesis] de ajuste de cuentas también se tiene en cuenta. Tenemos que ser muy prudentes con la información que damos, nos sirven mucho los testimonios de amigos y familiares, que pueden dar cuenta si la víctima fue amenazada o presentaba algún problema con alguien”, remarcó.
En esa rueda de prensa la fiscal también negó que hayan existido testigos que vieran a alguien arrojándole líquido inflamable a la víctima, como circuló en la información inicial. “La persona que advirtió a las autoridades lo había visto ya tirado al costado de la ruta. La víctima estuvo todo el tiempo consciente antes de su ingreso al hospital y del fallecimiento”, precisó.
Asimismo, dijo que se encontraron la bicicleta, el casco y un barbijo pertenecientes a Sagasta y algunos retazos de las prendas que llevaba puestas, todo remitido para ser analizado junto a su celular y a otros elementos recolectados por la Justicia que podrían aportar a la investigación.
“La combustión le provocó un 90% de quemaduras en el cuerpo”, sostuvo la fiscal. /La Nación