Se conoció el nombre y el rostro del acusado del femicidio de Beatriz González
En el marco de la investigación seguida por el brutal crimen de Beatriz González, cuyo cuerpo fue hallado el miércoles pasado en la ruta 9, en La Caldera, se conoció que el presunto asesino sería Tayro Shiroky Tsuboi Zayas, de 27 años, de nacionalidad paraguaya, quien mantenía, al parecer, un fuerte vínculo sentimental con la mujer asesinada.
El acusado fue imputado por la posible comisión del delito de homicidio agravado por ensañamiento, alevosía, odio de género y por mediar violencia de género en perjuicio de la mujer de 40 años.
Pese al fuerte hermetismo dispuesto desde la justicia, trascendió que Tayro conocía a Beatriz González desde su adolescencia e incluso habrían sido compañeros de estudio, probablemente en alguna carrera o curso terciario.
En relación al móvil del crimen, informó Nuevo Diario, sospechan que estaría ligado a un fuerte vínculo sentimental que existía entre ambos, aunque no con la misma intensidad, situación que habría actuado como detonante del brutal asesinato. Sin embargo, todavía no se descartan algunas cuestiones relacionadas a manejo de dinero.
La detención de Tayro Zayas, registrada el jueves pasado a la madrugada, fue un balde de agua fría para su familia, en parte proveniente de Cafayate y también de Asunción, Paraguay, quienes tendrían negocios en materia de obras civiles en esta ciudad.
Hasta el momento, el joven, de nacionalidad paraguaya, prefirió mantenerse en silencio, aunque no se descarta que esta postura pueda cambiar y brindar su versión de lo sucedido, ya que se especula que su representación legal podría ser asumida por un abogado particular.
Para los investigadores, sin embargo, la situación de Zayas es bastante complicada, no sólo por las pruebas reunidas que lo ubican como la persona que contactó a González para tener un encuentro horas antes de aparecer brutalmente asesinada, sino también por los elementos que tenía en su poder al momento de ser detenido.
Al margen de ello, y en respuesta a la amputación del dedo pulgar de la mano derecha de la víctima, se especuló que dicho desmembramiento tendría que ver con el apuro por desactivar un control de seguridad del teléfono de González, teoría que aún no termina de cerrar para los investigadores.
Restan pericias
Todo esto, según se adelantó, se podrá conocer con mayor detalle una vez que concluyan las pericias ambientales, tanto sobre la víctima como sobre el acusado, a quien también someterán a un exhaustivo estudio psicológico y psiquiátrico a fin de establecer si posee rasgos psicopáticos, pues el crimen cometido evidencia un grave desorden mental.