La experiencia de un salteño en la Armada Argentina
El Cabo Primero Lorenzo Gabriel Rodríguez, lleva 5 años prestando servicios en la Armada Argentina e integra la primera dotación del patrullero oceánico ARA “Piedrabuena”. Sus días transcurren en el cuarto Control de Máquinas, donde cada día aprende algo más de su especialidad.
Mar del Plata – El Cabo Primero Lorenzo Gabriel Rodríguez tiene 27 años y es oriundo de El Carril, localidad ubicada a 35 km de Salta. El nombre de su pueblo se debe a que, durante el siglo XVIII, por ese lugar estaba “el carril” o ruta de tránsito obligado que empalmaba el Valle de Lerma con los Valles Calchaquíes.
Lorenzo no sólo es el más grande de 5 hermanos, todos varones, sino que además fue el que dio los primeros pasos en la Armada Argentina; con el tiempo sus hermanos siguieron el mismo camino. “Soy el más grande y tengo la dicha de tener también a mis hermanos en la Institución, a excepción del más chico que aún está estudiando”, expresó Lorenzo.
La inquietud por ingresar a la Armada surgió cuando aún era un niño. Estaba en un casamiento cuando un familiar asistió con el uniforme de gala. “Tenía 11 años y me quedó grabada esa imagen y supe que algún día iba a usar el mismo uniforme”, comentó.
Tras cursar sus estudios en la Escuela Provincial Manuel José Castilla N° 4281 y en el Colegio Ejército del Norte N° 5029, dio sus primeros pasos en el ámbito laboral. “Tuve otros trabajos antes de ingresar a la Armada, pero cuando me decidí fui a la delegación a presentar los papeles y empecé a prepararme para rendir los exámenes”, cuenta.
Tenía 20 años cuando decidió ingresar a la Fuerza. “Mis padres no me creían porque nunca nos alejamos de la familia, pero luego fue un incentivo para mis hermanos. Siempre se extraña a la familia, pero ello no era motivo para regresar”, expresó.
En el momento en que emprendió el viaje desde Salta hasta la Base Naval Puerto Belgrano carecía de información acerca de lo que implicaba ingresar a la Armada. La vida naval era algo totalmente desconocido para él. Durante esas horas, junto al resto de sus pares con los que viajaba se preguntaban cómo iba a ser la instrucción.
Transcurría el año 2015 cuando ingresó a la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESSA) y, si bien admite que fue un cambio rotundo, aclara que todo lo que aprendió lo sorprendió para bien.
Al egresar en 2016 su primer destino fue el destructor ARA “Sarandí”. “Cuando me presenté en el ´Sarandí´ me encontré con buenas personas que me enseñaron aspectos de la especialidad y eso me permitió aprender más rápido”. Siempre estuve en el cargo propulsión, donde hay que mantener en condiciones los motores o turbinas para que se pueda navegar sin preocupaciones”, comentó.
Destino…Francia
En 2018 lo trasladaron a Mar del Plata. Aún recuerda el momento en que se lo informaron. “Llegué al buque y mi encargado se acercó para felicitarme y no entendía nada, todos me saludaban y nadie me decía el motivo. Luego mi jefe me notificó que iba de comisión a la Base Naval Mar del Plata para formar parte del personal que iba a buscar a Francia el patrullero oceánico ARA “Piedrabuena” (POPB) y no lo podía creer”, relató entre risas.
Para el Cabo Primero Rodríguez fue una gran oportunidad. “Mi familia estaba muy contenta. Tuvimos una linda comisión, el grupo humano excelente, al igual que los cursos que realizamos. Nos integramos muy bien cuando nos conocimos, luego empezamos a coordinar las actividades que íbamos a realizar en Francia. Mantuvimos una buena relación a pesar de estar separados por los cursos”, expresó.
Los maquinistas realizaron todos los cursos. “A mí me asignaron los generadores, motores principales, compresor de aire y los botes semirrígidos RHIBs. No me resultó difícil incorporar los conocimientos porque en máquinas un motor siempre es un motor y el funcionamiento es similar, se le suma lo electrónico, pero, conociendo lo básico, uno se puede guiar con el resto del funcionamiento”, comentó.
Aún tiene grabada la primera navegación en el POPB. “Fue una experiencia única, empezamos la navegación con los motores en frío en Corcarneau. Llegando al Ecuador tuvimos calor y en Argentina nuevamente el frío se hizo presente. Fue un cambio climático importante que nos puso a prueba”, aseguró.
A Lorenzo, que continúa de pase en el ARA “Piedrabuena”, le gustaría seguir conociendo destinos, unidades y, sobre todo, a aquellas personas que tienen años de experiencia en la institución.
Si bien todos los días extraña a su familia y los cerros de Salta, sus familiares están muy contentos con la profesión que eligió. “La mayoría piensa mucho en la distancia; pero lo bueno es que siempre se puede regresar. No hay que tener miedo de alejarse de la familia”.
De su Salta natal añora las comidas y los paisajes. “En mi pueblo todos los domingos la gente se reúne en la plaza y se preparan comidas típicas, se presentan grupos musicales y todo es una fiesta. Disfruto mucho cada vez que regreso al hogar”.
Patrullado
El patrullero oceánico ARA «Piedrabuena» (P-52) es el segundo de la serie de cuatro patrulleros oceánicos multipropósito de la clase Gowind que fue incorporado a la Armada Argentina; el primero fue el ARA “Bouchard”.
El Cabo Primero Rodríguez es uno de los 40 tripulantes con los que cuenta este nuevo buque que el 31 de mayo zarpó de Francia para finalmente incorporarse el 23 de junio a la División Patrullado Marítimo, teniendo su apostadero natural en la Base Naval Mar del Plata.
Meses después de haber arribado al país, este buque comenzó a cumplir con una de sus misiones principales, la de realizar el patrullado y control de los espacios marítimos de jurisdicción nacional junto a otros buques y aeronaves de la Armada.