Le contó que “su novio le era infiel”, le prometió ayudarla y la abusó sexualmente
"Yo te voy a ayudar para que te sientas mejor”, le dijo un depravado de 35 años a una menor de 17 años, que sufría por amor. Había descubierto que su novio le había sido infiel y necesitaba desahogarse. El agresor se aprovechó y la abusó sexualmente.
Días atrás, la víctima, residente en el barrio Matadero de la localidad de Weisburd –provincia de Santiago del Estero- revisando el celular de su novio, descubrió que este le había sido infiel una vez más. Estaba devastada, porque sentía que una vez más le había fallado su pareja. Hacia un tiempo atrás, le había perdonado un “desliz” y este le había prometido que “no iba a engañarla nuevamente”. La promesa había sido rota.
Estaba destruida anímicamente. Se sentía destrozada por una nueva infidelidad y trató de contarle a alguien de su confianza el dolor que sentía. Se fue a la casa de una amiga, en el barrio Fortín. Había charlado con su allegada, cuando estaba un familiar de ella. Se trata del agresor de 35 años.
En medio de su angustia, la jovencita se sentó delante del acusado y comenzó a contarle lo que le pasaba. El sujeto se dedica a realizar “trabajos de curandería”. Pensó que era la persona de confianza que la ayudaría a superar la situación amorosa que estaba viviendo. Le contó detalles de la infidelidad de su novio.
Mientras el acusado la escuchaba atentamente. En ese momento, de manera imprevista, el sujeto le dijo: “Yo te voy a ayudar para que te sientas mejor”. Luego ingresó al baño. Demoró unos minutos y regresó. Tomó un libro que la jovencita tenía entre sus manos y la llevó a la habitación.
La adolescente pensó que “le iba a rezar”. Pero el sujeto colocó llave a la puerta y comenzó a acariciarle las piernas. La menor intentó evitar que el agresor avanzara y le manifestó que “lo que estaba haciendo estaba mal”. Pero poco le importó la moral de la adolescente y continuó manoseándola.
De manera violenta, el agresor le bajó el pantalón y la ropa interior a la víctima, para luego accederla carnalmente. La penetró vía vaginal y luego la amenazó.
Le dijo: “Vete que te busque alguien y ojito con ir a decirle algo de lo que pasó a alguien. Ahora yo me tengo que ir, porque tengo que ir a jugar a la pelota”. El agresor se vistió y la obligó a retirarse del sitio.
Desesperada por el aberrante ataque sexual que sufrió, la menor llegó a su casa llorando y le contó a su madre lo que había pasado. Le contó los detalles del abuso sexual y, de inmediato, su progenitora se dirigió a la sede policial para radicar la denuncia penal correspondiente.
En el hecho tomó intervención la Unidad Fiscal de Abusos Sexuales de la circunscripción Capital, que dispuso la inmediata detención en la vía pública del sujeto. Mientras que se iniciaron las averiguaciones pertinentes sobre los pormenores del hecho.
La adolescente comenzará a recibir la asistencia psicológica correspondiente para poder afrontar la situación que le tocó vivir en manos del depravado.