La nueva incorporación del Albo: un cachorrito llamado “Torito”
La nueva mascota de Gimnasia y Tiro, "Torito", se robó todas las miradas y llevó la paz que tanto esperaba el albo en momentos de tormenta y cambio de entrenador. La historia del nuevo "Boneco", aquel animal que fue parte de diferentes planteles de Independiente en la gloriosa década del '70.
El cachorrito que se hizo viral tras ser fotografiado en una de las prácticas del plantel en el predio de Limache, justo en uno de los primeros momentos de Arnaldo Sialle como DT millonario en el Federal A, fue relacionado al nuevo cuerpo técnico, pero nada tiene que ver con el gigante rosarino de casi dos metros de estatura.
Desde la prensa de Gimnasia y Tiro comentaron a El Tribuno que "no es el perrito de Sialle, sino que es del plantel, un cachorrito de la calle que llevaron al club y que cada día se va con un jugador diferente a su casa".
"Torito", entonces, no tiene una vivienda pero sí muchos padrinos. Tras su presentación "oficial" del lunes, este martes se conoció su identidad: "La nueva incorporación, Torito" indicaron desde una historia de Instagram oficial de Gimnasia.
Boneco, el perro de la gloriosa década del rojo
Torito no es la primera mascota en formar parte de un plantel. Boneco fue un histórico perro que acompañó a Independiente en su mejor década. A diferencia de la mascota millonaria, Boneco si tenía dueño: Lolo, un vagabundo que antes de adoptarlo intentó quitarse la vida. El linyera estuvo con una pierna engangrenada durante un tiempo y su casa era un viejo puente, en el barrio porteño de Palermo. Un día apareció Boneco, quien se quedó a su lado y le lamió la herida durante días hasta que lo curó misteriosamente. A partir de ese momento se convirtieron en amigos inseparables y que los llevaría a vivir momentos de gloria junto al equipo de sus amores, Independiente.
Lolo comenzó a enseñarle a hacer piruetas y algunos modales que lo harían famoso a Boneco y de a poco comenzaron a quedarse en las concentraciones y las prácticas en donde divertían a los jugadores que le tomaron un gran cariño y lo tomaron de mascota. En los partidos por Copa Libertadores Boneco comenzó a entrar a todas las canchas, con dos banderines en la boca, posaba con los jugadores y después daba la vuelta por toda la cancha donde era ovacionado por el público.