Medios17/05/2022

Quiso entrar al cine con una botella de agua, lo pararon y con su respuesta consiguió cuatro entradas gratis

A la hora de ir al cine, los argentinos son un poco variados en cuanto a la ingesta durante la película. Si bien la mayoría elige los clásicos pochoclos con una contundente gaseosa, otros optan por diferentes opciones como los nachos con salsa de queso cheddar, alguna golosina y otros simplemente por una botella de agua.

Sin embargo, a veces algunos quieren ingresar con alimentos ajenos a la tienda del cine Hoyts y ahí es donde empiezan los problemas.

Así pues, un usuario de Twitter protagonizó una divertida historia en los últimos días.

Según confesó, fue a ver una película y quiso entrar a la sala tomando de una botella que fue comprada fuera del cine.

Como era de esperarse, el personal del lugar le pidió que se deshaga de ella antes de ingresar.

En ese momento, a este muchacho se le prendió la lamparita y salió con una respuesta que dejó helados a todos.

En vez de agachar la cabeza y hacer caso a la petición, decidió ponerse el traje del argentino discutidor.

Con la botella en mano, pidió hablar con el encargado y que le traigan inmediatamente el libro de quejas (posiblemente ya tenía la lapicera roja en el bolsillo).

En definitiva, su jugada fue maestra, ya que, no solo lo perdonaron y pudo disfrutar la película con su botella de agua al lado, sino que también se llevó cuatro entradas gratis.

Según el mismo confesó en su cuenta de Twitter, “no me quisieron dejar entrar al cine Hoyts por qué iba con una botella de agua (venía tomándola), a lo cual saqué de la galera mi frase, llama al encargado y dame el libro de quejas, ley 25156 y ley 24240, y acá estoy con 4 entradas libres 2D/3D en ‘compensación por el mal momento”. 

Su historia causó sensación en la red social del pajarito, donde acumuló más de 107 mil “me gusta”, 4.500 retuits y otros 500 comentarios.


Se destacaron los siguientes: “Sí, suelen tener esa práctica, lo mejor es dejársela (para poder ver la peli) y al salir, poner la queja y hacer la denuncia a defensa al consumidor”; “Este es un país de buchones y de gente que disfruta de mínimos espacios de poder que la vida le otorga”; “Amigo, gracias, ya me estoy tatuando el número de la ley para la próxima”; “Ja, ja, ja, este hombre se merece un millón de retuits” y “yo lleve literalmente un champagne cuando se estrenó la película del recital del Indio Solari. Era sábado trasnoché y el flaco se copó, se nos quedó mirando y se río”. /Crónica