Murió su vecina y se encargó del velorio: casi le da un infarto cuando abrió el cajón
Li Xiufeng, una anciana china de 95 años, falleció. Y como no tenía hijos ni familiares, su vecino, Qingwang, se encargó de realizar el funeral. Sin embargo, se generó una gran conmoción cuando al abrir el ataúd, no encontraron su cuerpo dentro.
La mujer vecina de una aldea de Guangxi estaba sola y usualmente era atendida por varios vecinos. Según reportó el medio británico Daily Mirror, Qingwang encontró a Li tendida en su cama y a pesar de sacudir su cuerpo y llamarla varias veces, no recibió repuesta alguna, por lo que se acercó a revisar si respiraba.
"Traté de sentir su respiración y comprobé que ella se había ido, aunque su cuerpo aún no estaba frío", comentó el hombre.
Li no tenía hijos, por lo que Wingwang se encargó de su funeral junto con su familia. Según tradiciones locales, el ataúd debía mantenerse en la casa durante varios días para que así sus amigos y familiares puedan acercarse y despedir a la difunta.
Por lo que reporta el medio, esta tradición comenzó el 19 de febrero y, por decisión del hombre, el ataúd quedó a disposición de quienes quisieran despedirla hasta el 24 de febrero, día en el que se daría la sepultura.
Sin embargo, el hombre se llevó una sorpresa cuando, un día antes del entierro, llegó a la casa de la anciana para acabar con los preparativos y se encontró con el ataúd abierto y sin un cuerpo adentro: "Estaba tan aterrorizado que inmediatamente pedí ayuda a los vecinos".
La sorpresa fue aún mayor cuando encontraron a la mujer preparándose algo de comer en su propia cocina. Según lo que recuerda Qingwang, Li únicamente les dijo que sentía que había dormido por mucho tiempo. "Después de despertar sentí mucha hambre y quería cocinar algo para comer", señaló la mujer.
Aparentemente, no se trató de que Li cayera en un repentino sueño. Ese mismo día en el que su vecino fue a llevarle el desayuno, la anciana se habría golpeado la cabeza fuertemente, por lo que colapsó y quedó inmóvil sobre su cama.
Según lo que le dijo un médico local al citado medio, es probable que Li sufriera una "muerte artificial" en la cual, aunque la persona no parece respirar, el cuerpo se mantiene caliente y los órganos intactos.
Gracias a la tradición local de dejar el ataúd en la casa por varios días es que ella pudo salvarse de, muy probablemente, ser enterrada en vida. Sin embargo, esta tradición también dice que se deben quemar las pertenencias del muerto, por lo que Li despertó sin tener nada.