Muertes de bebés en Córdoba: desde que fueron separados 23 empleados las muertes terminaron
Son al menos cinco las familias que, según lo que se conoce hasta ahora, perdieron a bebés en el Hospital Materno Neonatal “Dr. Ramón Carrillo” de Córdoba, pero además ocho denuncian que sus niños, sanos al nacer, sufrieron “mala praxis” o daños intencionales. "Son sobrevivientes con secuelas irreparables", asegura el abogado Carlos Nayi, que representa como parte querellante a las madres que ahora, desesperadas, piden justicia.
“Hay que ser cautos”, repite Nayi a este diario. En el mismo sentido, el Ministerio Público Fiscal anunció que no habría más declaraciones por parte del fiscal Raúl Garzón, que interviene en esta etapa de instrucción, por lo menos hasta que tome una nueva resolución. ¿Cuáles serán los siguientes pasos?
Para Nayi, "el fiscal está aguardando los resultados definitivos" para tomar una decisión. "Todavía no hay imputados, pero conociendo al fiscal Garzón, un hombre meticuloso, ordenado, muy cauto, está esperando las conclusiones definitivas de las medidas de prueba para tomar una decisión. Y, si es lo que sospecha esta querella, habrá algo más que imputados. Pronto, habrá detenidos”.
El abogado señaló que, en la visión de las familias, se trató de un delito “intencional” o bien “de una actuación a título de culpa”. “Ni confirmo ni descarto. Hay que tratar de ser muy cauto y esperar las conclusiones definitivas de la autopsia, pero está claro que no es una muerte natural. Por lo menos, hay un elevado nivel de injuria y de irresponsabilidad profesional, y que puede llegar a una actividad intencional que sería muy grave”.
Los elementos que llevan al abogado a defender esta posición son varios, pero se centran en la condición de salud de los recién nacidos, el cese de casos de este tipo tras que se separara a las personas posiblemente involucradas por precaución y al relato de los hechos de las madres, que apuntan en algunos casos a personas específicas.
“La gente que concurre hoy a hospitales públicos en Córdoba, muchas veces se los trata como seres ilegítimos y en este caso particular, del Neonatal, escupían sus nombres", opinó Nayi y refirió a varios detalles que le relataron sus clientas: cómo se las sostenía violentamente para que parieran, cómo se subestimaban sus pedidos de ayuda, cómo se le negó a una mamá menor de edad a parir sola, cómo se las llamaba y cómo se les arrebataba a los bebés sin explicación.
"Según el planteo que hizo la justicia, los bebés que perdieron la vida eran hijos de madres jóvenes, saludables, que tuvieron embarazos a término, con controles previos rigurosos y prolijos”, apuntó Nayi.
Además, “todos los bebés nacieron en excelentes condiciones, en muchos casos con los médicos y las familias felicitando a las mamás, en una situación de total felicidad para después, de un momento a otro, anunciar el fallecimiento”, señaló.
Y agregó que a eso siguió en todos los casos una total “inconsistencia a la hora de dar explicaciones ante el grito de protesta de una madre desesperada despues de conocido el deceso de su hijo”.
Ventana temporal
Las muertes denunciadas ocurrieron entre el 18 de marzo hasta el 6 de junio. Un mes antes de que se iniciara la investigación por parte de la Justicia, el Ministerio de Salud apartó a un grupo de empleados obstetras y enfermeros, y directivos del hospital que tuvieron contacto con las familias o estaban a cargo del centro de salud cuando ocurrieron estos hechos, como parte de una acción administrativa para investigar los hechos.
Fue tras que la cartera sanitaria advirtiera “una serie de inconsistencias en la evolución de pacientes de este nosocomio” que podían ser consistentes con posibles "malas prácticas médicas" como explicaciones de las muertes. Esta medida, tomada en julio, no era “algo definitivo” y no implicó la quita del sueldo.
Para Nayi es importante señalar que después de que fueran “separadas de sus funciones estas 23 personas, entre médicos, personal de maestranza y enfermería, no hubo más síntomas compatibles con los que han vivido las familias de los fallecidos y de los sobrevivientes, no hay más muertes, que coinciden con la señal de alarma”.
De esta manera, pierde fuerza la hipótesis de intoxicación con medicamentos en mal estado, como podría haber pasado con algunas inyecciones que se aplican a recién nacidos, como vitamina K o las vacunas BCG, entre otras drogas.
De la alegría a la tragedia
“Hay que ser muy cautos más allá de las versiones que están circulando, sobre exceso de potasio y alguna otra sustancia extraña”, pidió el abogado y aclaró que “por el momento, por la información que viene intercambiando la querella con la fiscalía, no será necesaria la exhumación de los restos de los bebés para realizar nuevas autopsias”.
Sí se aguardan los resultados conclusivos de las investigaciones médicas: “Se está trabajando en un enorme nivel desde el punto de vista probatorio y con la experticia del comité consultivo y apelativo de mala praxis (Copramesab – Comité Consultivo y Operativo en Prácticas Médicas y sanitarias en Bioética), que está abocada intensamente con los elementos que han sido recogidos, el origen, la etiología de esta cadena de fatalidad”, afirmó.
De todas maneras, aseguró que el testimonio de las madres es clave para comprender qué pudo haber pasado. “Hay un espacio temporal de apenas minutos entre la alegría y la felicitación de los médicos: te felicitamos, estás rozagante, hasta una enfermera que la levanta sin permiso al bebé, no explica por qué se la lleva y a los pocos minutos sin escala previa anuncia el grave estado”.
“Insisto en que hablamos de mamás que no están en grupos de riesgo por situaciones prevalentes, no hay prematurez en los nacimientos, no hay bajo peso ni malformación o enfermedad congénita. No hay absolutamente nada que desde lo racional explique estas muertes”, cerró Nayi.
Fuente: clarín.com