Nacional14/09/2022

Solo, “quebrado” y divorcio en pie: los días del detenido por el parricidio

"Está quebrado, es un hombre quebrado", lo describió su flamante abogada, Mónica Chirivin. Martín Del Río (47) pasa sus días en la DDI de San Isidro, solo en un cuarto, desde que fue detenido por el crimen de sus padres José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72).

"Hace unos días los dos pensábamos en un ajuste de cuentas, en que alguien había entregado el dato", habría dicho sobre su hermano, Diego Del Río, que le dejó una nota, papel higiénico y agua mineral. "Le prometió que no lo iba a dejar solo, pero no le acercó un abogado", reprochó Chirivin.

Es que hasta el momento de la detención, los hermanos compartían abogado, que los representaba como particulares damnificados, pero cuando la acusación lo tuvo como protagonista, Martín renunció a su representación y quedó en manos de la defensora oficial, Liliana Cucurullo.

Para el menor de los Del Río, lo dejaron "solo". Cecilia, su esposa desde hace 30 años, tampoco fue a verlo ni cree en su inocencia. Según confirmaron a Clarín, tras su arresto, la abogada de la mujer se contactó con su nueva defensora para solicitarle el divorcio. "Ni sus hijos ni ella lo han visitado ni se comunicaron con él", confió Chirivin.

En busca de ese acompañamiento, Martín Del Río difundió una carta en la que refirió: "Desde los 19 años estoy de novio y casado con la persona más maravillosa del mundo, Cecilia". Y completa con sus hijos: "Los amo y ustedes saben quién es su padre y cuánto amaba a sus abuelos”.

La carta de Martín Del Río, acusado de doble parricidio.

Desde su captura, el acusado del doble parricidio insiste en señalar a María Ninfa "Nina" Aquino (64), que estuvo 13 días presa como presunta "entregadora" pero ya fue liberada. Como estrategia, intentará desviar la acusación hacia ella y a los presuntos enemigos de su padre, vinculados a negocios y estafas, para apuntalar la hipótesis del ajuste de cuentas.

Su abogada se reunió con su cliente en la DDI durante tres horas. "Lloró toda la tarde. Siente el abandono de su hermano, de su esposa y de sus hijos", remarcó.

Investigación judicial

Chirivin anticipó que pedirá algunas medidas de prueba tendientes a corroborar la versión de su defendido. Entre ellas están las cámaras de seguridad que avalarían su "coartada", algo que para los fiscales fue plantado.

En los videos que trascendieron, se lo ve caminando en sentido a la casa de sus padres con una bolsa, gorra y barbijo. Para la fiscalía, dejó a propósito su celular "vivo" (encendido) dentro de su camioneta Mercedes Benz ML350 estacionada en Núñez, mientras iba y volvía caminando de la casa de sus padres, para tener coartada y no ser geolocalizado.

Martín Del Río, tras ser detenido cuando llegaba a su casa de Nordelta.

Las sospechas de la fiscalía quedaron justificadas por su comportamiento habitual: en pleno horario laboral, Del Río solía tener muchas llamadas y mensajes en su teléfono, pero durante esas horas estuvo "activo pero quieto". No atendió ni envió mensajes de WhatsApp, algo que era común en la administración de sus negocios.

"Todos dicen que el móvil es económico, pero Martín era el apoderado. ¿De qué le sirve matar a sus padres si tenía acceso a todo? Ahora todo está congelado, se quedó sin nada. De un patrimonio que no es tal, además", justificó Chirivin.

Según la mujer, las deudas y la "forma de hacer negocios" eran lo que complicaba la situación económica de los Del Río, no la mala administración de su defendido.

José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72) fueron hallados asesinados dentro de su auto, en un garaje de Melo al 1100, en Vicente López. Foto Facebook

Chirivin, que además es policía retirada, "compró" la versión: "No repite el relato, lo llevé por todos lados, le pregunté todo, estuvimos juntos largo rato. No tiene una respuesta armada. Creo que es inocente", indicó a este diario.

"Lo han dejado solo y su condena es social, pero acá rige el principio de inocencia", insistió aunque aún no tuvo acceso al expediente judicial por el doble homicidio.

Respecto de las evidencias, Chirivin insistió en la hipótesis del ajuste de cuentas para despegar a Del Río del homicidio. "No hay evidencias que lo ubiquen dentro de la casa. Vamos a pedir pericias, cámaras de seguridad de lugares que mi defendido indicó para que sean incorporadas al expediente y probar que lo que dice es cierto", anticipó.

Además, cuestionó la cadena de custodia del "buzo marca Rever Pass" que fue secuestrado en su casa de Nordelta y que, según la acusación, coincide con el que llevaba puesto en el video.

La empleada doméstica del matrimonio estuvo 13 días detenida . Foto: Luciano Thieberger.

Para Del Río, el del video no tiene cierre como el suyo. "Lo toqueteó todo el mundo. Si lo usó para cometer el crimen, tiene que tener restos de pólvora, sangre, o algo. No lo pusieron ni en una bolsa", cuestionó la abogada.

"No tiene manchas de sangre, restos de pólvora, ni lesiones en las manos. No hay arma del crimen, testigos, tampoco restos en la casa de Vicente López que lo ubiquen adentro de ese garaje", cerró.

Para los fiscales Alejandro Musso, Marcela Semería y Martín Gómez, el menor de los hijos de los Del Río fue quien el pasado 24 de agosto por la tarde ejecutó a sus padres en la casona de la calle Melo al 1100, de Vicente López, con una pistola 9 milímetros.

Las víctimas estaban dentro de su Mercedes Benz E350, dentro del garaje. El asesino les disparó desde el asiento trasero.

La pistola Glock 9 milímetros secuestrada a Martín Del Río.

Diego Del Río (48), hijo mayor del matrimonio, declaró en el expediente que por la forma de caminar encorvada, con la cabeza gacha, con pasos cortos y haciendo "zigzag", creía "en un 90 por ciento" que era su hermano el que fue filmado saliendo de la propiedad tras el doble homicidio.

Además, lo tildó de "chamuyero" y dijo que vivía "endeudado", que a él y a su esposa les pidió prestado un dinero en dólares que nunca les terminó de devolver y que vivía con "problemas", aunque nunca se imaginó que pudiera terminar así. /Clarín