Justicia Por: InformateSalta26/09/2022

Salió de la cárcel y abusó de la esposa de su compañero de celda a la que debía proteger

Por meses, la víctima era sometida en una casa ubicada en Cerrillos. A cambio, el acusado le daba una exigua suma de dinero para su sustento y amenazaba con delatarla con su marido. La mujer lo denunció y ahora está nuevamente preso.

Una historia, con ribetes de película, salió a luz hace unos días, cuando la jueza de Garantías N°8, Claudia Puertas ordenó la prisión preventiva de un ex convicto que fue detenido por el abuso sexual reiterado de la mujer de un preso de Villa Las Rosas.

El caso data de los años 2016 y 2017, aunque el acusado recién fue detenido en 2021 y se encuentra alojado en la Alcaidía Judicial. Temeroso de que lo vuelvan al penal, donde ya cumplió una pena de abuso sexual dictada en su contra en el 2010, solicitó, a través de su defensor la libertad provisoria y, aunque sea, el arresto domiciliario en la casa de su hijo.

El fiscal Federico Obeid, quien dirige la investigación, se opuso a ese pedido dado el frondoso prontuario de “Poli” ya que no sólo es factible que se dé a la fuga, sino también que influya en la víctima y otros testigos para entorpecer el proceso penal en su contra.

Frente a estos pedidos, la jueza, al estudiar el caso, decidió rechazar el pedido de la defensa y mantuvo la prisión preventiva del acusado y, para su tranquilidad, se dispuso que siga alojado en las instalaciones colindantes a la ciudad judicial.

Del expediente, InformateSalta pudo conocer los detalles de esta historia, la cual tiene ribetes cinematográficos, propio de la saga de El Marginal, siendo sus protagonistas principales dos presos que compartían celda en la Unidad Carcelaria N°1, donde se hicieron amigos.

Ranchada de por medio, estos dos reos conocían todo el uno del otro y la relación era de mucha confianza, la que sellaron con una promesa a futuro. Dado que “Poli” iba a salir primero, su amigo le confió que cuidara de su mujer, que la visite y le deje algo de dinero para su manutención, lo que sería retribuido una vez que él saliera de la cárcel.

Incluso, en una visita de la mujer, que luego terminaría siendo víctima, los presos hablaron de los proyectos que tenían para revertir sus vidas. Con un apretón de manos, sellaron el compromiso y, entre ambos, quedó la promesa latente del reencuentro fuera de los grueso muros del penal.

Los abusos

En diciembre de 2016, ya en libertad, “Poli” no se olvidó de la promesa y se dirigió al barrio Santa I para contactar a la mujer de su amigo, a quien encontró cuando caminaba por la avenida Juan Domingo Perón. Al verlo al volante de un auto, la víctima se alegró, pues esperaba recibir algo de ayuda, pues atravesaba una difícil situación económica.

“Poli” se mostró dispuesto a cumplir con su amigo, por lo que luego de hablar por unos minutos, le pidió que suba a su vehículo para ir hasta un barrio de la localidad de Cerrillos, donde residía una de sus hijas, pues ahí tenía dinero para darle, por lo que la mujer se marchó con el acusado totalmente confiada.

Cuando llegaron, sin embargo, la amabilidad se terminó. El ex convicto bajó a la mujer a golpes y con amenazas: “bájate sino te voy a bajar yo”, para luego llevarla a una pieza de la vivienda, donde, según la denuncia, fue sometida sexualmente mediante golpes, por vía vaginal y anal.

Esta agresión sexual se repitió varias veces, por prácticamente un año. Siempre sucedía, cuando la víctima era interceptada en la calle, en ese barrio. Ya sea por la fuerza o bajo amenazas, el acusado trasladaba a la mujer de su amigo hasta la misma casa en Cerrillos, donde repetía los abusos, tras lo cual le hacía entrega de una ínfima suma de dinero, de entre 200 y 300 pesos.

Según la denuncia, a la que tuvo acceso InformateSalta el acusado la amenazaba con revelarle a su pareja una versión distorsionada de esos encuentros, aunque nunca lo hizo. Por el contra, a fines de 2017, y cansada de los episodios de abuso que sufría, la misma víctima concurrió a ver a su marido y le reveló lo que había hecho su amigo.

A fin de confrontarlo, el recluso le hizo llegar un mensaje a “Poli” para que vaya a visitarlo, pero el acusado, que ya presumía la situación, nunca fue. Es más, se dio a la fuga hasta el año pasado, cuando fue detenido, pues la víctima radicó la denuncia por los sometimientos sexuales padecidos.