Secuestro extorsivo: "Pensaba que me iban a matar pero no les demostré miedo"
El 30 de noviembre del año 2021 Salta vivió, quizás por vez primera un secuestro extorsivo. Todo parecía una película o algo lejano para nuestra provincia. Desde este martes los detenidos y acusados del hecho están siendo juzgados.
La víctima, Víctor Giménez, dueño de la empresa de transporte El Cóndor había sido captado en la vía pública por supuestos desconocidos que fingieron un control policial. Su familia entró en desesperación, ya que estos sujetos exigían dinero. En tanto desde la fuerza policial ya se trabajaba en rescatar a Giménez.
Hoy, a casi un año del hecho, el empresario habló por primera vez y se mostró aún consternado al relatar lo que vivió ese día en que pensó lo mataban.
"Esa mañana yo iba tranquilamente como todos los días a la empresa. Eran las 9.30 y me encontré con dos policías que estaban parados con chalecos de la Brigada de Investigaciones. Me hicieron detener. Me di cuenta que no se trataba de algo serio porque los retenes que hace la policía son de dos circuitos para que circulen los vehículos, tienen un silbato, vehículos de apoyo y en este caso no había nada", dijo al El Tribuno.
A pesar de sus dudas, finalmente se detiene "cuando me hicieron parar yo bajé un poco el vidrio y los tipos me dijeron: ¡Qué no estás viendo el uniforme!. Yo les dije: "Bueno, el uniforme no es una identificación. Ustedes tiene que tener una chapa de identificación". Entonces empezó a decirme: ¿qué está desconfiando?, y en ese momento vi que podía irme, pero uno se puso adelante y ya me abrieron la puerta. Luego se subieron, me pasaron al asiento de atrás, me taparon los ojos y me ataron de manos".
Ya en poder de sus secuestradores cuenta que "Me llevaron por varias cuadras asfaltadas, luego de ripio y tierra hasta un lugar desconocido. Era una pieza precaria, y me sentaron en una silla, atado de manos y con vendaje en los ojos. Allí estuve hasta la noche. Era un lugar muy precario y siempre había dos personas cuidándome. Yo estuve así hasta la noche, cuando me sacaron de allí para subir a la camioneta".
Señala que sus secuestradores "hablaban en secreto, o salían afuera y conversaban para que yo no los escuchara"
Cuando le dieron la única comida logró ver quienes era los hombres que lo cuidaban. En un momento, después de varias horas me trajeron un sándwich y yo les dije que si no veía lo que estaba por comer no iba a hacerlo, y me sacaron el vendaje. Después me trajeron una latita de gaseosa, yo la abrí y tomé. Ahí me di cuenta que estaban los dos hombres que me secuestraron en el falso retén y eran ellos los que me cuidaban en ese lugar tan precario".
Conmovido aún al recordar lo vivido, el empresario dijo "Siempre lo veía en las noticias. No me habría imaginado lo que viví, yo pensé que me iban a matar, pero no les demostré miedo, estuve sereno siempre, aunque intuía que me iban a matar".
Persecución y rescate
Víctor Giménez recuerda de esa noche que "el chofer era el mismo que manejó cuando me secuestraron en la mañana. El otro se me puso a la par en el asiento de atrás. Cuando me llevaban no sé adónde, escuché que uno de ellos dijo "la policía!", y empezaron a huir. El que venía junto a mí en el asiento de atrás le dijo "frená" y doblá a la derecha. Apenas frenó, se bajó y salió corriendo, el que estaba al volante salió a toda velocidad y se incrustó contra una pared a los dos minutos, y también huyó. Quedé solo y no podía abrir la puerta porque estaba con seguro para niños, allí llegó el fiscal Ossorio y me abrió la puerta.
El empresario contó que recibió algunos golpes durante las horas de secuestro, pero se fracturó la vertebra durante la persecución policial "cuando huían a gran velocidad y dieron con un lomo de burro, yo salté hasta el techo y golpeé la cabeza, y al caer sentí que se había fracturado algo".
Emociones encontradas por el Juicio
El empresario visiblemente conmovido por lo que vivió dijo que solo espera el fin del juicio "porque todo este tiempo estuve pensando en lo que sucedió. Lo único que sé es que cuando me siente a declarar será muy fácil, porque es fácil contar la verdad y lo haré con todos los detalles que hoy no quiero recordar".