El kirchnerismo evalúa una fórmula con Massa y Cristina o Wado de Pedro
A menos de dos meses del 2023, en el kirchnerismo empiezan a delinear una estrategia que permita desplazar a Alberto Fernández de la Casa Rosada y ganar las elecciones.
La apuesta, por ahora, pasa por lo económico: cerca de Cristina Kirchner creen que si Sergio Massa logra contener la inflación y mejorar algunos índices, el tigrense sería el candidato natural en una fórmula compartida con un camporista “duro”.
Aunque Massa repite a los cuatro vientos que no participará en el turno electoral de 2023 porque solo está concentrado en la economía, en el kirchnerismo sostienen que la suerte de Cristina y de su entorno en las próximas elecciones está inescindiblemente atada al éxito del ministro.
“Si Massa ordena la economía, tenemos alguna chance”, dijo uno de los principales hombres de La Cámpora.
Traducción: el nombre del ministro ocuparía algún lugar en una formula donde puede estar Cristina o Eduardo “Wado” de Pedro.
Todos lo negarán en público, pero es una posibilidad muy cierta.
¿Cómo recibe esa presión el círculo de confianza de Massa? Lo primero que busca el ministro es despegarse de los problemas políticos entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández.
Además, asegura, su familia lo presiona para que se tome un descanso y no sea candidato a nada en 2023.
Lo cierto es que más allá de las especulaciones, la alianza entre Massa y Máximo Kirchner es, por el momento, lo que sostiene al Frente de Todos.
La sellaron durante la campaña de 2019 y la ratificaron cuando el tigrense asumió al frente de la Cámara de Diputados y el líder de La Cámpora como titular de la bancada oficialista.
El tigrense se mostró como mediador entre el presidente Alberto Fernández y Cristina Kirchner cuando la interna recrudeció y, finalmente, saltó al Palacio de Hacienda, con acuerdo de todas las patas de la coalición gobernante.
Massa supo, hasta ahora, sortear las críticas del kirchnerismo duro y, en los últimos días, se mostró alineado en aspectos clave, como discutir la eliminación de las PASO, el cuestionamiento a la suba de las cuotas de las prepagas y el pago de un bono para los sectores más vulnerables.
La vicepresidenta sigue día a día cada uno de los pasos que da Massa. “Revisa carpetas, no pierde ni un detalle y tiene un el diálogo muy fluido con Sergio. Hace lo que debería hacer Alberto: advertir los problemas que van surgiendo”, dijo un importante funcionario de la Casa Rosada que tiene línea directa con la Vice.
Por ahora no preocupa tanto la suerte electoral en la provincia de Buenos Aires como la inflación.
Allí Cristina conserva un piso de votos relativamente alto.
Y Axel Kicillof retiene todos votos.
El problema es económico. /TN