Un brote de gripe aviar en Bolivia pone en alerta a todo el norte argentino
Si bien todavía no se comenzaron a tomar medidas oficiales preventivas, y por ahora se descarta cualquier tipo de cierre de fronteras, las autoridades del Senasa están en alerta ante las advertencias sobre un brote de gripe aviar que llegaron hace unos días desde Cochabamba, Bolivia.
En dos granjas avícolas de ese departamento del país vecino, ubicadas en sendas localidades, se detectaron brotes de una cepa muy virulenta de gripe aviar, lo que ya acarreó la pérdida de cientos de animales y se prevé que pueden llegar a tener que ser sacrificados hasta unos 20.000 pollos si el mal se expande, según cálculos de la autoridad sanitaria boliviana.
Cabe señalar que, en ese sentido, Cochabamba se encentra a unos 800 kilómetros de la frontera norte de Salta, lo que es lo mismo que decir a menor distancia que la ciudad de Córdoba, por ejemplo.
Por otra parte, dada la rápida expansión que suele tener el virus de esta plaga, facilitado por el transporte de las aves hacia y desde los frigoríficos, hay alarma entre los veterinarios y personal especializado del Senasa de nuestro país.
Cabe recordar que en los brotes anteriores de gripe aviar, incluso en países vecinos como Chile o Perú, las cepas detectadas en esos casos no eran tan virulentas como la detectada ahora en Bolivia, que se parece mucho, al decir de los expertos y la prensa del país del altiplano, a los virus detectados y clasificados desde un primer momento en el continente asiático.
Esta plaga fue detectada en países de Asia hace varios años y consiste en una suerte de moquillo que ataca a las aves de corral y produce una mortandad importante en los planteles y se disemina con muchísima facilidad por el aire.
Si bien en la Argentina no hubo grandes problemas durante los brotes anteriores, esto se debió, justamente, a la baja letalidad de las cepas presentes hasta ahora en el país y a que en los países vecinos pasaba lo mismo.
Por eso la virulencia de la cepa detectada hace pocos días en Bolivia puso en alerta a todo el sistema sanitario animal del país y se estudian medidas a implementar para tratar de impedir que la misma llegue a las granjas argentinas, que cuentan con millones de pollos y gallinas ponedoras.
Es que, al decir de un avezado veterinario, "para una plaga de este tipo, decir que está presente a 800 kilómetros de nuestra localización es lo mismo que decir que está a las puertas de nuestra casa".
El problema más grave es que hubo casos de traspaso del virus al ser humano, lo que podría ser fatal para la actividad económica, luego de una pandemia como la de COVID-19. /Los Primeros