Salud Por: InformateSalta06/03/2023

Peregrinó por hospitales 4 años hasta que pudo operarse gracias a médicos del Materno Infantil

Una operación, el profesionalismo y la solidaridad de los médicos del hospital Público Materno Infantil lograron cambiarle la vida a Alejandra Vargas, una mujer de 56 años, oriunda de Tartagal. Hace cuatro años le detectaron un prolapso uterino, ocasionando en ella fuertes dolores abdominales que terminaron por dificultar su vida diaria, hasta incluso llegó a tener pérdidas y hemorragias imposibles de controlar o predecir.

Cuando Alejandra acudía al hospital local la respuesta era siempre la misma: sólo en Salta te pueden operar para resolver tu enfermedad. “Acá no hay solución para usted, no hay los aparatos para la operación que le tienen que hacer. Junté unos pesos para viajar, y nos fuimos con mi hija, hasta que llegué al Materno y el doctor Costilla nos atendió, el hizo hacer todos los estudios y me dijo que me haga ver con un cirujano”, contó la mujer. 

El principal obstáculo para ella fue el dinero para poder costear el viaje. Vendiendo bollos y comida en su casa pudo acceder a una consulta en el Materno Infantil, donde pudo realizarse los estudios y las interconsultas, esto llevo varios días y tuvo que dormir en casa de conocidos y, en ocasiones, en la terminal de ómnibus.

En el Materno Infantil, llegaron a la respuesta que necesitaba que Alejandra y su familia necesitaban oír: “sí, la vamos a operar”. Sólo que aún existían muchos kilómetros de distancia entre su casa y el quirófano que le cambiaría la vida.

El operativo quirúrgico llegó hasta Tartagal, un gran alivio para Alejandra y su familia. Como ella, una treintena de pacientes de Tartagal y Embarcación que llevaban años esperando lograron ser operados en su hospital local. 

Alejandra, estuvo todo el tiempo acompañada por su hija, Silvia Flores, quien agregó que en Tartagal no la querían operar porque su problema no estaba avanzando. “En la clínica la podían operar, pero nosotros no teníamos la plata, es carísima. Y aguantó, tenía esperanza, fe que la iban a operar y así fue, gracias a los médicos. Acá tenemos familia, todos la pueden ver, en cambio allá íbamos a estar las dos solas”, expresó. 

Ambas se mostraron muy emocionadas por la nueva vida que tendrá la mujer, quien ya no tendrá que preocuparse por su no retención de orina, podrá volver a pasear feliz y tranquilamente.