Así operaba "el Joni" en B° Unión, robaba de todo y lo vendía por monedas para comprar drogas
InformateSalta conoció que con tan solo 24 años y una condena impuesta en 2017 por robo, Carlos Jonatán Valdez, era la peor pesadilla de los vecinos de barrio Unión, pues no había casa en la que no se metiera. Como será que, en los últimos tres meses, acumuló 20 denuncias.
Ayer, al informar sobre la detención de Valdez, el fiscal penal 1, Pablo Paz, les dio una buena noticia a los vecinos, tanto de barrio Unión como otros colindantes, en especial a 20 de ellos. Estos son los que lo denunciaron, entre el 10 de diciembre del año pasado y este lunes, cuando cometió su última fechoría.
Hartos de sus andanzas, los vecinos ya no ocultaban su fastidio por la impunidad con la que se movía, la cual provenía del grupo de vándalos del que salió, los que se hacen llamar “Los de la calle 5”, en referencia a un callejón existente en barrio Unión, hacia donde “el Joni” siempre corre cada vez que comete un saqueo.
Y es porque allí, los vecinos e integrantes de la banda, le dan asiló e incluso salen en su defensa, cuando algún vecino que fue víctima de Valdez llega en busca de atraparlo, o bien, reclamar la devolución de los bienes que le fueron saqueados.
Así sucedió el lunes pasado, a media mañana, cuando dos móviles policiales, uno de Infantería y otro del puesto policial de la zona, fueron alertados por una vecina que informó la ubicación de Valdez, quien, en horas de la madrugada, irrumpió en su comercio y se escapó con una balanza.
Cuando los policías acudieron al lugar indicado, efectivamente vieron al “Joni” aún con el botín en sus manos. En esos instantes, se repitió la fuga de siempre hacia la calle 5, donde un vecino le abrió la puerta a Valdez y se la cerró a los policías, quienes igualmente se quedaron enfrente de la vivienda.
En esa vigilia, alcanzaron a escuchar que una moradora de la casa le sugirió que se subiera a los techos y se escapar por ahí, consejo que Valdez tomó de inmediato, sin embargo y luego de recorrer algunas casas, se dio cuenta de que el móvil de Infantería lo esperaba del otro lado.
Emboscado y detenido
Rodeado, Valdez descendió en el patio trasero de otra vecina, quien, a diferencia de la anterior, les abrió las puertas a los policías, quienes luego de lidiar unos minutos, lo redujeron y lo sacaron de su escondite, lo que tampoco fue fácil, pues los muchachos de la calle 5 también llegaron en rescate del “Joni”.
La situación era crítica, no obstante, los policías mantuvieron la templanza y se marcharon con Valdez esposado dentro del patrullero, mientras por detrás llovían piedras, botellazos y todo otro elemento contundente arrojado por los vecinos que intentaban neutralizar el accionar policial.
Si bien el saldo fue positivo por la detención del joven delincuente, al menos, cuatro policías resultaron con lesiones debido al enfrentamiento con los miembros de la banda, la que tiene aterrorizado a todo el barrio por la extrema violencia que ejercen en esa zona.
A tal punto que, al combatir con los policías, Valdez dejó relucir una faca, con un agudo filo en una de sus puntas. Aunque la blandió de lado a lado, no le sirvió de nada, pues terminó arrestado y alojado en las celdas de la Alcaidía Judicial.
En cuanto a la condena antes mencionada, se supo que Valdez registraba una condena de tres años de prisión de ejecución condicional, la que le fue impuesta el 16 de noviembre de 2017 por los jueces de la Sala VI del Tribunal de Juicio, los que hallaron al “Joni” culpable del delito de robo en poblado y en banda, lesiones leves y resistencia a la autoridad, conoció InformateSalta.
Allanamientos
La detención de Valdez, la que ya había sido requerida por el fiscal Paz al juzgado interviniente, se completó con una serie de allanamientos. Uno de ellos tenía como blanco la casa donde solía residir el detenido junto a su pareja, quien también fue sindicada como su principal cómplice en las pillerías cometidas.
Otro de los lugares a ser allanados se trata de una casa vacía, en la calle 5, donde los integrantes de la patota local acudían cada vez que se enteraban de otro robo del “Joni”, quien, por su condición de consumidor de drogas, se deshacía casi de inmediato del botín.
En esa vivienda, los vecinos amigos iban para comprarle los bienes robados, los que, a su vez, revendían en un precio mayor, pues, en el fondo se aprovechaban de Valdez, a quien le compraban celulares robados, herramientas y otros bienes, casi por monedas. Esta transacción, a veces, también se hacía en un sector alejado del barrio, casi pegado a las vías férreas, conocido como “La Chanchera”.
Esto explica porque varios vecinos, alrededor de 15, salían a defender a Valdez, pues prácticamente era carne de cañón, pues a través de sus robos hacían un gran negocio con la reventa de los elementos robados, siendo el “Joni” una rueda proveedora que parecía inagotable hasta el lunes, cuando fue capturado.