Hija de un “zapatero”, supuesto jefe de una banda de narcos: el perfil de la novia del comerciante descuartizado
La novia de Fernando Pérez Algaba, el hombre de 41 años que fue asesinado a tiros y descuartizado en Lomas de Zamora, declaró ante el fiscal del caso y entregó su celular, el cual será peritado en las próximas horas.
A través de los chats que mantuvo la pareja antes del hallazgo del cuerpo, los investigadores buscan determinar cuáles fueron los últimos movimientos de la víctima.
La joven es hija de Esteban Fernando Tulli alias “zapatero”, un supuesto jefe de una banda de narcotraficantes acusado de manejar el negocio de la droga desde una fábrica de calzados.
Está detenido en una cárcel de Morón desde septiembre del año pasado.
Fernando Pérez Algaba está mencionado en esa causa por venta de drogas, pero no como imputado.
En el expediente, uno de los presuntos involucrados en la organización criminal era su socio en una concesionaria llamada “Pequeños automotores”, que la víctima había abierto en San Martín.
Se trata de Julio Michael Katzman, actualmente procesado con prisión preventiva y a la espera de un juicio.
De acuerdo a su indagatoria, Katzman le compró su parte a Pérez Algaba años atrás y se quedó con la agencia.
“Solo era una relación comercial, a veces tenía un auto para vender y le conseguía clientes o viceversa”, fue la justificación que dio en su momento sobre su vínculo con el hombre asesinado, pero para los que están a cargo del caso, podría haber algo más oculto.
Pero los detectives que investigan el asesinato de Pérez Algaba, el teléfono de su novia podría echar luz sobre la oscuridad que hoy nubla en la causa.
Como se mencionó anteriormente, esta chica es hija de Esteban Tulli, más conocido en el barrio como “zapatero”.
Esteban Tulli, es conocido como el "narco zapatero".
De ocupación industrial, el hombre de 52 años comenzó a trabajar a los 15. En 1999, con tan solo cinco mil dólares, se hizo socio de una fábrica de zapatos, a partir de la cual nació “Angie’s Shoes”.
La crisis pareció no afectarlo. Por el contrario.
Para el año 2002, había traído de Italia más de 400.000 pares de zapatos y ya conocía a los mejores clientes del país.
Él jura que creció con los créditos de los proveedores. En meses, dijo, hacían 3500 pares por día.
Notó que las dos fábricas ya le quedaban chicas.
Por esa razón, resolvió sumar una tercera y alquiló un galpón en Boulogne Sur Mer 242, frente al cementerio de La Tablada, en La Matanza, distrito que se declaró, casualmente, capital del calzado en 2006, por una ordenanza municipal.
La producción se duplicó y armaron un equipo de ventas en el interior del país. Para el año 2003 eran la fábrica más grande del país en segundas marcas, llegó a fabricar un millón y medio de pares por año, y viajó a Europa, Brasil y China junto a proveedores.
Hasta ahí, la historia oficial que cuenta Tulli. Pero una versión muy diferente se ventila el expediente que señala al comerciante como uno de los narcotraficantes más poderosos de La Matanza, con nexos con los principales clanes encargados de ingresar cocaína al país y los principales jefes del narcomenudeo en los barrios del conurbano.
“Zapatero” fue detenido en septiembre del 2022 en su imponente casa del Barrio Altos de Podestá, ubicada en Avenida Márquez 2521, en Tres de Febrero. Resulta que, de acuerdo a la investigación del Juzgado Federal N°2 de Morón, Tulli utilizaba su fábrica como fachada.
En el local, se encontraron armas de fuego, equipamiento de minería para monedas virtuales, dinero en efectivo, pasamontañas, supresores de sonido (silenciadores), chalecos antibalas y municiones. No hallaron droga, pero estiman que también se usaba como lugar de acopio.
Pero Tulli no trabajaba solo, tenía un batallón de personas que obedecían sus órdenes. Uno de ellos era Ariel Alberto Sosa, miembro de un temido clan familiar chaqueño, que sigue prófugo de la Justicia. Pero también vinculan a Julio Michael Katzman, vendedor de vehículos de lujo y uno de los últimos socios que Fernando Pérez Alagaba tuvo en la pequeña concesionaria “Pequeños automotores”.
Este hombre cayó poco después que Tulli en una redada. En su vivienda, los detectives encontraron un avión bimotor Piper que los detectives sospechan que era usado para transportar la droga, y autos de alta gama como Porsche o Audi. También hallaron casi 6 millones de pesos, 78 mil dólares, 2 kilos de cocaína, más de tres mil pastillas de éxtasis, 12 armas de fuego.
La hipótesis narco todavía no es parte del expediente para esclarecer el bestial crimen de “Lechuga”, que investiga el fiscal Marcelo Domínguez de la UFI N°5 de Lomas de Zamora. Sin embargo, de acuerdo a los vínculos personales y comerciales que tenía con los miembros de la banda, todas las variables son posibles. /TN