"Por día recibimos un promedio de 5 denuncias por violencia de género"

Un femicidio estremecedor tiene a todo Salta en vilo, es por ello que desde SinVueltas, el exitoso ciclo televisivo de InformateSalta, entrevistamos a la fiscal penal en Violencia de Género 1, Verónica Simesen de Bielke.

Al iniciar el encuentro, nuestro anfitrión le consultó por este nuevo cargo en el que se desempeña actualmente: “En esta Fiscalía nos toca tratar todas las denuncias que se realizan cuando hay violencia hacia la mujer y violencia familiar en grupos vulnerables: en niños, ancianos, también tiene que ver con hombres o gente del colectivo LGBTIQ+. En esas situaciones, nosotros intervenimos, solicitamos las medidas cautelares, normalmente una prohibición de acercamiento, la abstención de ejercer actos de violencia tanto presenciales como a través de las redes sociales, porque nos estamos olvidando de la tecnología”, detalló la entrevistada.

Seguidamente, resaltó que las estadísticas con respecto a la violencia de género son sumamente alarmantes. “Estamos llevando adelante esta labor hace poco tiempo y la verdad es que las cifras son preocupantes. Hace 10 días que estoy a cargo y en 10 días el promedio son 5 denuncias por día, entonces una empieza a pensar en qué es lo que está pasando con la violencia, que es algo que una viene siempre hablando”.



Con respecto al reciente caso que tuvo lugar en el barrio privado El Tipal, la fiscal instruyó: “La violencia de género es transversal, no importa la clase social, la educación, la posición económica, la violencia hacia la mujer sigue existiendo. Por supuesto que hay situaciones en donde uno o no puede acreditar las circunstancias en que ocurre esa violencia y otros casos en donde no ocurrió la violencia. Esa también es una responsabilidad del Ministerio Público Fiscal de actuar con objetividad, donde hay delito vamos para adelante, donde no hay, se archivará la causa o se instará a un pedido de sobreseimiento, pero sí son preocupantes las cifras".

Una de las claves, según la fiscal, es la educación. "Hay que incluir en las currículas desde los niños más chiquitos, por supuesto, cada nivel educativo con la comprensión que requiere para esas personas, para esos niños, adolescentes, universitarios. Pero hablar de la violencia para entenderla, porque la violencia no es sólo física y no es sólo psicológica, hay violencia económica, hay violencia doméstica, hay violencia institucional también, incluso violencia obstétrica. Hemos visto algunos casos en la Fiscalía anterior donde no había delito, pero hubo violencia obstétrica por parte de hospitales hacia mujeres embarazadas que han perdido sus hijos. Así que es un problema estructural en la sociedad”, fue la determinante conclusión de la colegiada.

Promediando la charla, la Dra. Simesen instó a que las autoridades de turno, sean cuales fueran, realicen acciones de fondo, estructurales, que sirvan para avanzar fuertemente en la erradicación de la violencia familiar. “Siempre, para que el país salga adelante, una sociedad salga adelante, por supuesto que son decisiones políticas. Hay muchísimas instituciones intermedias, ONG que están trabajando sobre este tema. Se hizo mucho hincapié y por suerte está generando mucha conciencia la ley de Educación Sexual Integral en los colegios, donde permite que los niños que son víctimas de abuso puedan entender que una situación que estaban viviendo no era normal, tengan mecanismos a través de los docentes del cuerpo educativo, de poder decir me está pasando esto en la casa".

Simesen consideró fundamental y urgente que cualquiera sea el gobierno que venga, tome medidas sobre estos hechos, porque sino seguimos asistiendo en un país que encabeza en Latinoamérica el ranking de muertes violentas de mujeres por el hecho de ser mujeres. "Hay más muertes de hombres que de mujeres en la Argentina. Pero hay una diferencia fundamental y esto es lo que la sociedad tiene que entender que al hombre no lo matan por ser hombre o en los casos que lo matan por ello son muchos menos. A las mujeres, en los femicidios, las matan por el hecho de ser mujer y muchas veces tiene que ver con esto: la mujer quiere tomar una decisión en una relación de pareja donde la pareja no acepta esa decisión, entonces o quiere independizarse económicamente y la pareja no acepta. Y bueno, ocurren estas muertes violentas, lamentablemente”.



A continuación, la letrada explicó cómo se pueden detectar estas actitudes violentas de manera temprana. “Muchas veces hay dos situaciones, hay casos en donde el femicida comete este asesinato sin que haya denuncias previas, pero hay situaciones de violencia. Muchas veces existe violencia, viene el pedido de perdón, viene el periodo de reconciliación y vuelve, por eso se llama el círculo de violencia. Entonces, muchas veces hay mujeres que no se animan a denunciar por los hijos, fundamentalmente".

Y otras veces el femicida actúa existiendo denuncias previas donde hay órdenes judiciales que no se cumplen. "Lo importante son las pautas de alarma, en primer lugar, evitar o estar atentos a las manifestaciones. La primera violencia, para mí, es la violencia psicológica, es la verbal, por ahí expresiones denigrantes. En general, ocurre esta violencia psicológica cuando uno empieza en una discusión, después pasa a la violencia física, puede haber violencia sexual también y después, cuando la mujer en general toma la decisión de separarse o de romper esa relación tiene la violencia económica, es un círculo”, detalla la fiscal.

“Vendría a ser como “el castigo”, no te doy alimento, no busco a los chicos y en realidad la violencia no solamente es hacia los niños, sino también hacia la mujer, pero hay pautas de alarma en la sociedad, a veces lo que yo entiendo es que la violencia está naturalizada. Y vuelvo a decir, esto no es responsabilidad sólo de los hombres, esto también es responsabilidad de las mujeres, los seres humanos nacemos de mujeres. Y también es responsabilidad de las mujeres de construirnos en esta cultura patriarcal, de que el hombre tiene que llegar y la mesa tiene que estar servida, a pesar que la mujer trabaja exactamente igual, algo fundamental en el cuidado de los hijos.