Denuncia que su hija de 8 años fue víctima de una mala praxis en el Tomógrafo de la Provincia
Alejandro Chauque, es padre de una niña de ocho años, que vivió horas desesperantes a lo que atribuye una mala praxis, durante la realización de una resonancia en el Tomógrafo de la Provincia. “Mi hija se salvó de milagro”.
En diálogo con InformateSalta contó que la niña tenía que realizarse una resonancia de rodilla porque “nació sin menisco. El estudio inició el lunes a las 18 y la anestesista Sosa le pone una anestesia, que es un sedamiento leve para que ella no se mueva y le puedan realizar el estudio”, después de eso comenzó la pesadilla.
“Pasadas las dos horas, a las 20, me entregan a la criatura inconsciente, y la doctora me dice que ni bien pueda reaccionar le dé una infusión tibia y la llevemos a la casa. Al ver que mi niña no reaccionaba otro médico del tomógrafo se hace presente le suministró oxígeno y le dio los primeros auxilios, en ese momento ella entra en un grado de inconsciencia, se defeca y se orina y llaman al Samec para que la trasladen con urgencia al Materno Infantil”.
En medio de la desesperación, el médico que los asistió comenzó a llamar a la anestesista en cuestión para “que vuelva y le diga qué le suministraron para poder contrarrestarlo, pasados los 20 minutos ella viene aduciendo que estaba bien. Hay cámaras que muestran que a mi criatura me la entregan en brazos en un grado de inconsciencia”.
La ambulancia del Samec llegó y trasladó a la niña en código rojo totalmente desestabilizada hacia el Hospital Materno Infantil. “Cuando ingresa los doctores se dan con un cuadro severo de intoxicación y que no reaccionaba, la intuban y tratan de comunicarse con la doctora Sosa para que les explique qué es lo que le habían suministrado, ella hace caso omiso, no contestaba los mensajes ni las llamadas, dejando a la vera de Dios a mi hija”.
El hombre, conmovido recordó que para salvarle la vida le inyectaron varias dosis de adrenalina, "los médicos querían y necesitaban saber cuál era el cuadro que se presentaba y cómo contrarrestarlo”, tarea que llevó su tiempo y hoy afortunadamente la niña está bien.
“Hicimos la denuncia, después de dos días de este sufrimiento. Pero tuvimos que vivir otros momentos aún desagradables, como que esta anestesista ingrese al hospital Materno Infantil a increpar a mi esposa, tuvo que intervenir otra médica. Tengo todo grabado y exigimos que se haga justicia”.