Silvia Süller recordó el día que encontró a su marido en la cama con el portero
Silvia Süller reapareció en los medios y repasó su trayectoria y su vida. Allí sorprendió al recordar el día que encontró a su marido en la cama con el portero.
“Mis papás eran bastante hinchas, severos, me tenían re cortita y la verdad es que yo quería casarme e irme. Y me casé mal”, comenzó diciendo al aire de A la tarde (América). Entonces apuntó contra su primer marido, Jorge Miraglia: “Era bisexual, drogadicto y alcohólico”.
Ante la mirada atenta de todos en el estudio, la mediática recordó: “Y bueno, un día llegué a mi casa y lo encontré con el portero, Miguel Ángel”.
Silvia aclaró que no estaba enamorada de aquel hombre, sino que simplemente se había casado para irse de la casa de sus papás. “En ese momento, no podías irte porque era abandono de hogar. Y yo, en vez de quedarme y cambiar la cerradura, agarré y me fui. Perdí todos los derechos”, aseguró sobre el final de la relación con su primer marido.
La exvedette aseguró que el hombre en cuestión era un empresario y tenía mucho dinero, pero que ella no se quedó con nada. “Cuando yo firmé la separación, quedó un rengloncito mísero y ahí me pusieron que yo no quería nada nada nada”, concluyó y explicó que en ese entonces tenía 20 años y era confiada.
Silvia Süller habló de su situación económica: “Dejen de decir que estoy en la ruina”
Días atrás trascendió la versión de que Silvia Süller estaba atravesando una difícil situación económica. En su paso por A la tarde quisieron saber de qué vivía y la mediática se encargó de aclarar los tantos y pidió: “Por favor dejen de decir que estoy en la ruina”.
Consultada acerca de sus ingresos, Süller precisó: “Sí, tengo una jubilación mínima, pero tengo cuatro ingresos más que no los puedo decir”. “Dos son ayuda, dos no”, sostuvo sin querer dar más detalles.
“Pero vivo lo más bien, chicos. Por favor dejen de decir que estoy en la ruina porque no. Si quiero de acá me voy al shopping y me compro un par de botas”, aseguró.
A modo de cierre, remarcó: “Estoy bien, tengo mi techo propio, es mi búnker, mi burbuja. Soy re feliz. No entra nadie porque nosotros somos energía y no quiero que nadie entre a mi departamento porque deján las energías”.