Doble homicidio en Circunvalación: el 8 de abril comienza el juicio, declararán 125 testigos
Desde el lunes 8 de abril, la Sala V del Tribunal de Juicio, bajo la presidencia del juez Marcelo Rubio, dará inició al debate seguido contra Kalil Ezequiel Chelojan, Julián Bautista Bubroski y Ricardo Alberto Galarza, quienes serán juzgados como autores del delito de homicidio agravado por cometer el crimen para ocultar otro delito, el número de intervinientes, alevosía y el uso de arma de fuego, por crimen ocurrido en Circunvalación Oeste.
Las víctimas fueron Jonatan Pablo Tolaba y Romina Isabel Zerda, quienes fueron ejecutadas a balazos en el interior de una camioneta Fiat Strada por Nicolás Ramos, quien cumplió el rol de sicario en el plan homicida, del cual también participaron los otros tres acusados llevados a juicio.
A lo largo de la audiencia de debate declararán alrededor de 125 testigos. Para la primera jornada fueron citadas catorce personas.
El 10 de octubre de 2021, alrededor de las 23, los cuerpos sin vida de la pareja asesinada fueron hallados por la policía en la calle colectora de la autopista de Circunvalación Oeste, a la altura de la rotonda de acceso a San Luis y el barrio Miracolos.
La camioneta, color gris, presentaba daños en paragolpes delantero, en la óptica derecha y tenía levantamiento de capot. Además, se observaron ramas y pastos sobre la chapa, mientras que, en su interior, las víctimas yacían en el asiento del conductor (Tolaba), en el de acompañante (Zerda), con los air-bags activados y en los cuerpos se hallaron tierra y pastos secos.
Toda la escena, en parte montada, intentaba hacer presumir que se trataba de un accidente de tránsito, incluso sobre la calle se observan huellas de derrape a un costado de un alambrado olímpico y un tronco de árbol con el cual, según las pericias, el rodado se estrelló cuando circulaba de norte a sur.
En movimiento
Nada parecido a un accidente había ocurrido. En realidad, Tolaba y Zerda fueron ultimados de tres disparos. Fue luego de que acudieran a la autopista, donde metros antes de ser asesinados, se detuvieron para permitirle subir a su vehículo a Ramos, quien se sentó detrás de Zerda.
Después de arrancar, devino una discusión por asuntos de drogas, ya que Tolaba se dedicaba a la venta de pastillas, o bien, sustancia sintética. Tras recorrer unos metros, Ramos le disparó a Zerda a la altura de la cabeza, lo que causó una gran emanación de sangre que mancó el parabrisas y toda la cabina.
Además, el impacto provocó que Tolaba, quien conducía, perdiera el control del vehículo, estrellándose contra un árbol, lo que también causó que el sistema de air-bags se activara, tras lo cual, Ramos le disparó también en la cabeza.
Al ver que Zerda aún presentaba signos de vida, la remató de otro balazo en la cabeza, tras lo cual se bajó de la camioneta, la que era seguida por Bubroski, quien había transportado al sicario hasta el lugar donde luego ascendió a la camioneta Fiat Strada, en la que iban las víctimas.
Bubroski conducía un automóvil Volkswagen Gol Trend, que días después le fue secuestrado en su poder. Chejolán y Galarza, en tanto, lo hacían en un vehículo Fiat Palio Weekend. Cometido los crímenes, Ramos se bajó de la camioneta, tras lo cual los tres jóvenes que ahora serán juzgados se acercaron hasta el rodado, tanto para verificar las muertes de Tolaba y Zerda, al igual que para apoderarse de cierta cantidad de pastillas que había en el rodado.
Acreditado
Para la fiscalía quedo acreditado que Tolaba se dedicaba a la venta de drogas, lo que fue corroborado por los acusados y otros testigos. Indicaron que la venta se hacía a través de otros revendedores y el ámbito de comercialización eran fiesta que se realizaban en distintos puntos de la ciudad.
La noche del hecho, casualmente, los acusados iban a una de esas fiestas, la que, en este caso, se denominó como La Jungla. Tras el crimen, ningún asistió, sino que se ocultaron. Ramos lo hizo en un camping de la localidad de Campo Santo, en General Güemes, donde a los días, el 1 de noviembre, fue hallado sin vida. Se había ahorcado en un árbol del lugar.
Pese a ello, la fiscalía sostuvo que la responsabilidad de los otros acusados quedó igualmente acreditada, lo que seguramente las defensas, una de ellas a cargo del abogado Daniel Arnedo por Chelojan, tratarán de rebatir a partir de otras teorías.
El caso, por las características mismas del hecho y en contexto en el que ocurrió, causó una gran conmoción, pues se trató del primero hecho criminal, con sicario incluido, donde el eje central de la disputa fue la venta de drogas, aspectos que, seguramente, será ampliamente debatido durante el juicio.